De la agencia ANSA /La Habana
Convencido comunista, pero educado por los jesuitas, Fidel Castro se reunió con cordialidad con tres Papas: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Los encuentros, todos en La Habana, estuvieron marcados por diversos momentos históricos. Con Juan Pablo II se reunieron en 1998, en la histórica visita del extinto Papa, cuando el mundo comenzaba a dejar atrás la Guerra Fría, que los tuvo a ambos luchados en lados diferentes de ese mundo bipolar. Del 21 al 25 de enero de 1998, Juan Pablo II celebró en Cuba, donde el ateísmo fue doctrina oficial hasta los 90, cuatro misas públicas e instó al fin del embargo estadounidense. "
Que Cuba se abra con todas sus magnificas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba", afirmó en su recordado discurso. Es su último mensaje fue más allá: "ninguna nación puede vivir sola. Por eso el pueblo cubano no puede verse privado de los vínculos con los otros pueblos", afirmó el Papa y calificó de "injustas y auténticamente inaceptables" las medidas económicas "impuestas desde fuera del país". Castro siguió atentamente la última misa, que reunió a casi un millón de personas en Plaza de la Revolución, custodiada por el retrato del "Che" Guevara y el monumento a José Martí, el héroe nacional. "Por todas sus palabras, aún aquellas con las cuales pueda estar en desacuerdo, en nombre de todo el pueblo de Cuba, Santidad, le doy las gracias", dijo Castro al despedirlo.
En el momento de la visita, las relaciones entre el Vaticano y La Habana salían de una larga etapa de tensiones iniciada a inicios de la Revolución. Castro y Karol Wojtyla se profesaron admiración y respeto mutuos. Cuando a los 84 años murió el Pontífice, en 2005, el líder cubano decretó luto oficial y acudió con Raúl a la Nunciatura a firmar el libro de condolencia y a la misa fúnebre en la catedral de La Habana. "Nos duele tu partida, inolvidable amigo, y deseamos con fervor que tu ejemplo perdure", escribió en el libro de condolencias. Wojtyla fue un hombre "excepcional", "luchador, tesonero e incansable", afirmó días después en una intervención televisiva durante la cual aseguró que, contra algunas teorías de la época, el Papa no ayudó al desplome socialista, ni buscó en su visita a la isla "el derrumbe de la revolución".
Con Benedicto XVI, que visitó oficialmente Cuba en abril de 2012, Fidel Castro también conversó. "Soy viejo, pero puedo cumplir mis deberes", comentó el Papa a Castro cuando hablaron de la edad en un encuentro cordial en la Nunciatura de La Habana. La conversación duró cerca de 30 minutos.
En 2014 las relaciones con el Vaticano llegaron a un clímax positivo cuando se reveló que el Papa Francisco fue un promotor principal de los acuerdos entre Cuba y Estados Unidos, anunciados el 18 de diciembre de 2014, para normalizar sus relaciones. En su viaje a la isla, en septiembre de 2015, Francisco realizó una visita de cortesía a Fidel Castro. Francisco sostuvo un amplio intercambio con Fidel y coincidieron en importantes temas de interés vinculados a la causa de los pobres, la preservación de la paz y la supervivencia humana. El expresidente tuvo palabras de elogio hacia el Papa argentino por su capacidad de comunicación, sus reiterados mensajes públicos de solidaridad a favor de los distintos estratos sociales y de compromiso en bien de la Humanidad. El Papa Francisco expresó el agradecimiento a Cuba por su contribución a la paz y a la preservación de la especie humana en un mundo saturado de odio y agresiones.