El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció este martes que dio positivo al nuevo coronavirus pero dijo que se encuentra "perfectamente bien", y mantuvo su postura desafiante ante la pandemia. "Acaba de salir el resultado del test con resultado positivo", informó el mandatario, de 65 años, en una entrevista televisiva desde la residencia oficial en Brasilia, donde dice estar tratándose con hidroxicloroquina y azitromicina.
Al mismo tiempo, las redes sociales no sólo se hicieron eco del anuncio sino también de las reacciones de la opinión pública. Una parte de los internautas cercanos a la oposición, viralizó rápidamente el hashtag "#ForçaCovid".
Es conocido el uso de la la palabra sin tapujos y sin vueltas que tiene el arco político y la ciudadanía brasileña y ésta ocasión fue motivo para que los cruces se dispararan nuevamente. "#FuerzaBolsonaro", también fue tendencia del lado que apoyaba al primer mandatario.
Bolsonaro, uno de los detractores de los cuidados recomendados por los médicos ante el avance de la pandemia, relató que empezó a sentirse mal el domingo y el lunes empeoró. Sintió dolores musculares, "cansancio, indisposición y fiebre de 38 grados", por lo que sus médicos le recomendaron practicarse el examen.
Junto a periodistas, y por momentos sin barbijo, Bolsonaro confirmó que tiene coronavirus
El presidente ultraderechista minimizó la enfermedad desde el inicio de la pandemia y participó en varios eventos públicos sin usar mascarilla, además de criticar las medidas de aislamiento social implementadas en varios estados debido a su impacto económico. "Soy el presidente (...) Me gusta estar en medio de la gente y teniendo en vista ese contacto intenso, pensé que ya lo podría haber contraído en el pasado, sin percibirlo", afirmó Bolsonaro, al comentar que el resultado no le sorprendió.
"Estoy bien, tranquilo", aseguró, dando varios pasos atrás y quitándose la mascarilla para mostrar su rostro ante las cámaras. El presidente indicó que suspendió sus compromisos de los próximos días y que trabajará por videoconferencia desde la residencia oficial, bajo los cuidados del equipo médico y de la primera dama.
"La vida continúa. (...) Brasil precisa volver a trabajar, caso contrario la economía puede ser colocada en una situación compleja", instó, reiterando que los "efectos colaterales" del combate al virus no pueden ser "peores" que la propia enfermedad.
#forcacovid #forcacorona
— yasminzinha (@damienny_) July 7, 2020
vamos orar por ele gente 😔✊ pic.twitter.com/ljIA5YT3Nc
En los últimos días, Bolsonaro vetó varios artículos de la ley sobre el uso de barbijos o tapabocas en lugares públicos para enfrentar la pandemia en Brasil, segundo país en número de muertos y de casos confirmados, después de Estados Unidos. El sábado publicó fotos en las redes sociales en las que se lo ve con el rostro descubierto junto a varios ministros y al embajador de Washington en Brasilia, durante un almuerzo de celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos.
Antes de dar positivo, Bolsonaro se reunió con el embajador de Estados Unidos y sus ministros
Brasil no desplegó una estrategia unificada ante la pandemia y la respuesta estuvo marcada por un enfrentamiento entre el gobierno federal y las autoridades regionales, así como por la caída de dos ministros de Salud por divergencias con el presidente en relación al manejo de la crisis.
Uno de los puntos de divergencia fue la adopción en Brasil de protocolos sanitarios que recomiendan el uso del antipalúdico cloroquina e hidroxicloroquina para tratar la covid-19 desde fases leves, una receta que divide a la comunidad científica y ha sido objeto de controversia mundial. Bolsonaro ya se hizo anteriormente tres pruebas para detectar el coronavirus. En mayo, fue obligado por la Corte Suprema a entregar los resultados, que dieron negativo.
Bolsonaro, un excapitán del Ejército, llegó a decir en marzo que el virus no lo afectaría gravemente debido a su "pasado de atleta" y que, después de haber sufrido una puñalada durante un mitin electoral en 2018 -por la cual se sometió a varias cirugías abdominales-, una "gripecita" no lo derribaría. El mandatario también ha sido criticado por sus respuestas ante el aumento creciente de víctimas.
Cuando el país superaba el umbral de los 5.000 decesos, Bolsonaro reaccionó: "¿Y qué? Lo siento. ¿Qué quiere que haga? Soy Mesías (su segundo nombre), pero no hago milagros".
Según el último balance oficial, 1,6 millones de personas fueron contaminadas y 65.487 murieron de covid-19 en Brasil, aunque especialistas estiman que el número real de casos podría ser hasta diez veces superior y la cifra de muertos, el doble.