INTERNACIONAL
más de 250 muertos

Fulminante ofensiva yihadista en el norte de Siria: controlan 50 pueblos

Grupos armados islamistas, protagonistas de la guerra civil contra el gobierno de Bashar al Asad, herederos de Al Qaeda en Siria, lanzaron un feroz ataque en el norte del país y ayer se apoderaron de varios barrios de Alepo, la segunda ciudad del país, con apoyo de milicias proturcas. Se enfrentan al gobierno de Damasco y sus aliados rusos e iraníes, que lanzaron violentos bombardeos sobre la vecina ciudad de Idlib, en poder de los rebeldes desde el inicio del conflicto.

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Avance. Los yihadistas en acción. | afp

Fuerzas yihadistas y de milicias aliadas con vínculos con Turquía entraron ayer en Alepo, la segunda ciudad de Siria, tras una ofensiva relámpago contra las fuerzas del régimen de Bashar Al Asad respaldado por Irán y Rusia.

Este asalto es el primero a gran escala desde que los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, anunciaran un alto el fuego en marzo de 2020 tras meses de combates entre las diversas milicias.

La ofensiva de los últimos días provocó los combates más violentos desde 2020 en el noroeste de Siria, con más de 250 muertos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

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Entre las víctimas figuran al menos 24 civiles, la mayoría muertos en bombardeos rusos, según esta ONG con sede en Reino Unido pero que cuenta con una red de informantes en el terreno.

La ofensiva comenzó el miércoles, el mismo día en que entró en vigor un frágil alto el fuego en el vecino Líbano entre Israel y el grupo islamista Hezbollah, respaldado por Irán.

Los yihadistas y sus aliados ya se habían hecho ayer con el control de más de 50 localidades del norte de Siria, de acuerdo al OSDH, lo que representa la mayor pérdida de territorio del régimen de Asad en varios años.

Según el OSDH y varios testigos, milicianos de la organización yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y grupos aliados, algunos cercanos a Turquía, lograron ingresar a Alepo, la segunda del país, con dos millones de habitantes.

El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, afirmó que los milicianos “tomaron el control de cinco barrios” de Alepo y que las fuerzas del régimen de Asad “no opusieron gran resistencia”. Dos testigos confirmaron a la prensa local que vieron hombres armados y escenas de pánico en la ciudad.

Combates mortíferos. La región de Alepo limita con el último gran bastión rebelde y yihadista de Idlib.

Cazas sirios y rusos lanzaron intensos bombardeos cerca de esta localidad, según la misma fuente.

El OSDH reportó 255 muertos, la mayoría combatientes de ambos bandos pero también al menos 24 civiles, incluidos 19 en bombardeos de la aviación rusa en zonas rebeldes. El ejército sirio envió “refuerzos” a Alepo, indicó un representante de seguridad, que pidió el anonimato.

Durante la guerra civil que estalló en 2011, las fuerzas del régimen, respaldadas por la aviación rusa, reconquistaron la parte oriental de la región Alepo en 2016, tras devastadores bombardeos.

“Por primera vez desde hace cerca de cinco años, escuchamos cohetes y artillería todo el tiempo y a veces aviones”, dijo un habitante de la ciudad. 

“Tenemos miedo de que se repita el escenario de la guerra y que nos veamos obligados a huir”, añadió.

Los yihadistas y sus aliados cortaron el jueves la carretera entre Alepo y Damasco, la capital siria, situada a unos 300 kilómetros, indicó el OSDH.

“Es extraño ver a las fuerzas del régimen recibir tales golpes a pesar del apoyo aéreo ruso. ¿Dependían las fuerzas del régimen de Hezbollah, que actualmente está ocupado en Líbano?”, se preguntó Rami Abdel Rahman.

Irán. Un general de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, murió en los combates del jueves, informó una agencia de noticias iraní.

Irán es un aliado incondicional del régimen sirio, con el que Teherán se ha implicado militarmente, enviando asesores para apoyar al presidente Asad durante la guerra civil. 

El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, prometió “apoyo continuo al gobierno, la nación y el ejército de Siria” en una llamada telefónica con su homólogo sirio, Basam al Sabagh, según un comunicado.

Para Araqchi, “el resurgimiento de los grupos terroristas en Siria es parte de un complot tramado por Estados Unidos e Israel después de que el régimen sionista fuera derrotado por la resistencia en Líbano y Palestina”.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, describió la situación en Alepo como “una violación de la soberanía de Siria” y expresó su apoyo “al gobierno de Siria para que restablezca rápidamente el orden”. Por su parte, la cancillería turca instó a “poner fin” a los “bombardeos” sirios de la ciudad de Idlib y su región.

El grupo HTS, antigua rama siria de la red Al Qaeda, controla el último bastión rebelde del país, en el noroeste, incluyendo gran parte de Idlib y algunas zonas de las provincias vecinas de Alepo, Hama y Latakia.

El jefe del autoproclamado “gobierno” de Idlib, Mohamad al Bashir, justificó el jueves la ofensiva afirmando que el régimen de Assad había “comenzado a bombardear zonas civiles, lo que ha provocado el éxodo de decenas de miles de civiles”.

Turquía. Al pedir el cese de los bombardeos sobre Idlib, la cancillería turca instó ayer a “evitar una inestabilidad mayor” en Siria para que los civiles no sufran daños ante la ofensiva a gran escala por parte del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS) y otras facciones aliadas.

“Seguimos de cerca el aumento de los ataques contra civiles y contra Turquía por parte de grupos terroristas en Tel Rifaat y Manbij, que están tratando de aprovechar el actual clima de inestabilidad”, afirmó el portavoz del ministerio, Oncu Keçeli.

Keçeli ha recordado que Ankara lleva tiempo advirtiendo “en diversas plataformas internacionales de que los recientes ataques contra Idlib” por parte de las fuerzas sirias del presidente Bashar al Assad “han alcanzado un nivel que socava el espíritu y la implementación de los acuerdos de Astaná”.

En este sentido, se ha referido a que ha habido “numerosas víctimas civiles” en estos ataques por parte del Ejército sirio, que “deben terminar. Los recientes enfrentamientos han dado lugar a una indeseable escalada de tensiones en la región”, agregó.

Keçeli también ha indicado que “mantener la calma en Idlib y la región adyacente es una prioridad para Turquía”. “Turquía cumple diligentemente los requisitos de todos los acuerdos de los que es parte”, subrayó.