El Reino Unido y la Unión Europea reconocieron ayer como “probable” que no alcancen un acuerdo de libre comercio que rija sus relaciones post Brexit tras el fin del periodo de transición, en tres semanas, lo que provocará una ruptura brutal de consecuencias imprevisibles, especialmente para Londres.
“Parece muy, muy probable que tengamos que optar” por un Brexit duro sin acuerdo, a menos que de parte de la UE haya “una gran oferta, un gran cambio en lo que dicen, pero todavía no lo he visto, dijo el primer ministro Boris Johnson.
Defensor del Brexit a ultranza desde el histórico referéndum de 2016, el líder conservador minimizó sin embargo las consecuencias de tal escenario: “creo que sería maravilloso para el Reino Unido y que podríamos hacer exactamente lo que queremos a partir del 1 de enero”.
En Bruselas los equipos negociadores británico y europeo proseguían los contactos con la mirada puesta en el domingo, el día que ambas partes se fijaron para decidir si vale la pena seguir a delante o tiran la toalla.
El periodo de transición acordado para permitir negociar un acuerdo de futuro antes de la desconexión definitiva expira el 31 de diciembre, pero cualquier acuerdo que alcanzaran las partes para evitar una ruptura a las bravas el 1 de enero necesitaría semanas para su ratificación completa, porque antes debe ser traducido a todos las lenguas de la UE y someterse, al menos, al voto del Parlamento europeo.
Probabilidades. También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, consideró que hay “más probabilidades” de fracaso que de éxito, al presentar a los líderes de los 27 países de la UE, reunidos en una cumbre, un panorama del estado de la negociación.
Von der Leyen compartió con los líderes europeos sus “bajas expectativas” sobre la posibilidad de un acuerdo
El Reino Unido abandonó oficialmente la UE el 31 de enero, y desde entonces está en un período de transición que vence el 31 de diciembre, cuando el país saldrá por completo del mercado único y la unión aduanera.
Ese período de transición fue acordado precisamente para que Londres y Bruselas pudieran negociar un acuerdo sobre su futura relación comercial.
Las negociaciones quedaron estancadas por diferencias insalvables en tres puntos: acceso europeo a zonas pesqueras en aguas británicas, normas de competencia para acceso al mercado único, y la gestión legal de la futura relación, en especial el mecanismo de solución de controversias.
Von der Leyen reiteró a los líderes europeos que el acceso al mercado único requiere condiciones. “Es justo que los competidores de nuestras propias empresas enfrenten las mismas condiciones en nuestro propio mercado”, señaló, de acuerdo con fuentes diplomáticas.
Sin acuerdo, a partir del 1 de enero las relaciones comerciales entre el Reino Unido y la UE se regirán por las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), lo que conlleva aranceles y cuotas.
Impacto. Como consecuencia de los malos augurios, la divisa británica volvió a desplomarse ayer, por segundo día consecutivo, perdiendo 1% para cambiarse a 1,3150 dólares por libra.
De poco parecía haber servido que el Banco de Inglaterra lanzase un mensaje de calma a los mercados, asegurando que el sistema financiero británico tiene las condiciones para resistir a los efectos del Brexit.
El comité de política financiera de la entidad aseguró que el sistema bancario del Reino Unido es capaz de hacer frente a “una amplia gama de posibles escenarios económicos”. Incluso si la economía se deteriora significativamente, el sistema financiero tiene “la capacidad de seguir [prestando] a las empresas y a los hogares, aseguró.
El Reino Unido es uno de los países más afectados por la pandemia, con el mayor número de muertes en Europa, 63.000, y una contracción económica que se espera supere el 11% este año, la mayor del país en más de 300 años.
En ese escenario, el impacto económico de una ruptura brutal con la UE podría ser devastador.
De su lado, la Comisión Europea presentó el jueves su plan de emergencia en materia de derechos pesqueros y para proteger el transporte aéreo y terrestre, en previsión de una ruptura sin acuerdo.
“Nuestra responsabilidad es estar preparados para todas las eventualidades, incluyendo no tener un acuerdo con el Reino Unido el 1 de enero. Por eso presentamos estas medidas”, dijo Von der Leyen.
Londres cierra un tratado de libre comercio con Vietnam
Agencias
El Reino Unido y Vietnam firmaron ayer un acuerdo de libre comercio, el segundo que alcanza Londres en dos días en el Sudeste Asiático.
Este acuerdo, que entrará en vigor el 1 de enero de 2021, el día en que Gran Bretaña dejará de ser parte de la UE, es el tercero concluido por el Reino Unido en Asia, después de Singapur el jueves y Japón en octubre. El país alcanzó también un acuerdo comercial provisional con Canadá.
En virtud del tratado, Vietnam se beneficiará de una reducción de 114 millones de libras (150 millones de dólares) de aranceles sobre sus exportaciones, mientras que las exportaciones británicas tendrán una reducción de 36 millones de libras (47 millones de dólares) de tasas, con el 99% de aranceles eliminados una vez que se aplique el acuerdo plenamente.
La ministra británica para el Comercio Internacional, Liz Truss, y el ministro de Comercio vietnamita, Tran Tuan Anh, sellaron el pacto.
"Esto dará sin duda un impulso a las reformas en Vietnam", declaró el ministro vietnamita a la prensa. "Los inversores y emprendedores británicos, así como sus socios en Vietnam, tendrán la oportunidad de participar en el proceso de reestructuración y de inversiones en Vietnam, para formar nuevas cadenas logísticas", agregó.
Los ministros esperan que este acuerdo estimule aún más el comercio bilateral, que se triplicó entre 2010 y 2019 hasta 7,5 millones de dólares.
Los consumidores vietnamitas "se verán animados por la llegada de marcas emblemáticas como Marks and Spencer, Boots o los supermercados Waitrose y Tesco. El sector privado de la salud y el de los centros escolares también deberían crecer", subrayó John Walsh, de la escuela de comercio del Instituto Real de Tecnología de Melbourne, en Hanoi.
Según analistas, gracias a este acuerdo, el Reino Unido verá aumentar sus intercambios en los sectores farmacéutico, del automóvil y de las piezas de recambio.
La ministra Truss señaló que este tratado acercaba al Reino Unido al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), que es importante para este país porque le dará acceso a mercado y le ayudará "a diversificar más ampliamente su cadena de suministro y a ser más resistente". Once países firmaron este pacto que entró en vigor a finales de 2018, entre ellos Australia, Canadá, Chile, Japón, México, Singapur y Vietnam.