Desde que Hamás ejecutó la masacre en Israel el 7 de octubre, las Fuerzas de Defensa israelíes bombardearon la Franja de Gaza, en medio de reclamos por la situación humanitaria de los palestinos a raíz del bloqueo total de ese territorio y de los bombardeos contra objetivos civiles para dar con células terroristas.
Desde entonces, decenas de batallones de tanques y tropas israelíes rodearon la frontera con Gaza y el gobierno israelí comenzó a barajar la posibilidad de otros frentes, entre ellos el norte en la frontera con el Líbano. Allí tiene su sede Hezbolá, una organización política y militar, considerada terrorista por algunos países, que representa una amenaza mucho mayor por sus capacidades militares.
Cómo se creó Hezbolá
El grupo, respaldado por Irán y cuyo nombre significa "Partido de Dios" en árabe, es una organización política y militar islamista chiita con sede en el Líbano. Fundada en la década de 1980, para luchar contra la ocupación israelí del sur del Líbano, con el apoyo de la Guardia Revolucionaria del país persa. Fue la única facción libanesa que ha conservado sus armas después de la guerra civil de 1975-1990.
Desde entonces su protagonismo fue en ascenso, no solo desde el plano militar, sino también en la política y la sociedad libanesa. Su aporte a la comunidad, que incluye la construcción de escuelas, centros de asistencia social y hospitales, le dio cierta popularidad entre los habitantes de un país sumergido en la pobreza y en una crisis económica agobiante.
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"Su amplio aparato de seguridad, su organización política y su red de servicios sociales fomentaron su reputación de 'Estado dentro del Estado'", explicaba en 2022 el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), con sede en Estados Unidos.
Este nivel de aceptación se dio especialmente entre los libaneses musulmanes chiíes. Según una encuesta realizada en 2020, el 89% tenía una opinión positiva de Hezbolá. Sin embargo, otros libaneses desaprueban a Hezbolá, por considerarlo que empuja al país a conflictos.
El conflicto con Israel
En 2006, Israel y Hezbolá libraron un sangriento conflicto que dejó más de 1.200 muertos en el Líbano, en su mayoría civiles, y 160 en Israel, en su mayoría soldados. Esta tensión se mantuvo a lo largo de los años pero con menor intensidad que en el caso de Hamás, de mayoría sunita.
Ambos grupos son parte del llamado "eje de resistencia" contra el estado de Israel, que implica oposición armada libanesa, palestina, siria y otros grupos de oposición respaldados por Irán. A tal nivel que, informó AFP con base en una fuente cercana a Hezbolá, los dos grupos llegaron a realizar "operaciones conjuntas".
Por su parte, Michael Young, del Centro Carnegie para Oriente Medio, dijo que Hezbolá apoya a Hamás porque ideológicamente están "en la misma onda en su oposición a Israel". En tanto, el "eje de la resistencia" siempre ha tratado de resaltar que no se trata simplemente de un acuerdo musulmán chiita, sino que además"Hamas desempeña un papel importante a la hora de darle a esto una identidad intersectaria". "Hamás está en el centro de la cuestión palestina, que forma parte en gran medida de Hezbolá y de la identidad revolucionaria de Irán", añadió Young.
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Qué capacidad militar tiene
Hezbolá es el actor político y militar más destacado del Líbano, con un arsenal que incluye misiles guiados que se considera más poderoso que el ejército nacional del Líbano. Se estima que Irán le prevé apoyo financiero y militar, mientras que las transferencias de insumos se realizan desde Siria, con la complicidad del presidente Bashar al-Assad.
Desde el final del conflicto de 2006, Hezbolá no ha tenido una presencia militar visible en la frontera sur del Líbano, que es patrullada por fuerzas de paz de las Naciones Unidas. Sin embargo, ealgunos informes de inteligencia señalan que tiene escondites y túneles en la zona.
En octubre de 2021, el jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, dijo que su grupo tenía 100.000 combatientes armados a su disposición. A esto se suman los más de 150.000 misiles que reportaron hace algunos años, una considerable defensa aérea y una flota de tanques y vehículos blindados.
Además, también influye el hecho de que el movimiento goza de un amplio apoyo popular en el sur del Líbano. Durante años, Nasrallah se ha jactado de que las armas de su grupo podrían penetrar profundamente en territorio israelí.
En agosto, dijo que Hezbolá necesitaría sólo "unos pocos misiles de alta precisión" para destruir objetivos israelíes, incluidos "aeropuertos civiles y militares, bases aéreas, centrales eléctricas" y la instalación nuclear de Dimona.
Líneas rojas
En este contexto, el poderío militar de Hezbolá y su filiación con la causa palestina es una preocupación para Tel Aviv. A esto se suma la escalada de la tensión en la frontera a través de los disparos intermitentes con Israel posteriores al 7 de octubre, que por el momento no significaron el cruce de una línea roja que implicaría una mayor movilización de tropas y rompería la tregua entre ambos bandos desde 2006.
Sin embargo, la cúpula de Hezbolá ha declarado que está dispuesto a ayudar cuando llegue el momento de la guerra entre Israel y Hamás. "Demuestran claramente que son capaces de atacar si lo desean", afirmó Heiko Wimmen, director del proyecto sobre Líbano de la ONG de prevención de conflictos, International Crisis Group.
"La postura de Hezbolá está clara por el momento", añadió Wimmen. "No están interesados en participar directamente en este conflicto, siempre y cuando no haya un ataque por parte israelí, o lo que podría percibirse como cruzar una línea roja", agregó.
Por su parte, Kelly Petillo, investigadora sobre Líbano en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, declaró que "una línea roja para Hezbolá podría ser que los niveles de violencia [israelí] en Gaza se vuelvan demasiado intensos, sea cual sea su definición de intenso". "Pero, hasta ahora, creo que todavía estamos en los límites de un compromiso contenido y sin violación de las líneas rojas", dijo en diálogo con DW.
Escalada en Medio Oriente
En el marco de la escalada bélica en la Franja de Gaza, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo que Hezbolá cometería "el error de su vida" si iniciaba una guerra con Israel; poco después anunció la invasión terrestre sobre Gaza, lo que varios expertos temían que podría suponer la intervención de Hezbolá en el conflicto.
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Por su parte, Imad Salamey, analista político de la Universidad Libanesa Americana, dijo que Hezbolá podría intensificar sus ataques pero que tampoco "quiere distraer la atención del actual conflicto entre palestinos e israelíes". Mientras que Young, de Carnegie, dijo que las actividades de Hezbolá tenían como objetivo alejar a las fuerzas israelíes de Gaza para que el avance militar allí "quedase estancado o frustrado".
"Alternativamente, ellos (Hezbolá) quieren crear tal temor a una conflagración regional que habrá presión en las Naciones Unidas, tal vez esta vez con el apoyo de Estados Unidos, para pedir un alto el fuego", añadió.
Tanto Young como Salamey expresaron dudas de que Irán permitiera que Hezbollah entrara en una confrontación total con Israel simplemente para aliviar la presión sobre Hamas. "No creo que Irán quiera sacrificar a Hezbollah, y no creo que lo considere una necesidad", dijo Young.
Una escalada con Hezbolá podría llamar a la acción a los aliados del grupo, Irán, Rusia y Siria, lo que podría catapultar a toda la región a un conflicto. Estados Unidos ya ha enviado buques de guerra a la región en una muestra de apoyo a su aliado Israel.
"Si el hermano pequeño Hamás es capaz de llevar a cabo un ataque de este tipo, los israelíes podrían tener que considerar lo que es capaz de hacer el hermano mayor, Hezbolá", cerró Wimmen.
CD / Gi
