INTERNACIONAL
"Movimiento de los Paraguas"

Hong Kong pone fin a proyecto de extradiciones tras meses de marchas violentas

Las protestas inéditas en la región, con acciones casi diarias, terminaron a veces en altercados, en los que activistas radicales lanzaron ladrillos y cócteles molotov y la policía que hizo uso de gases lacrimógenos y cañones de agua.

Se trata del primer paro general de Hong Kong en cinco décadas.
Se trata del primer paro general de Hong Kong en cinco décadas. | AFP

El gobierno de Hong Kong anució la retirada definitiva del proyecto de ley sobre las extradiciones hacia China, una concesión que en cambio no bastaría para aplacar el descontento después de tres meses de multitudinarias y violentas protestas. Este polémico texto que pretendía autorizar las extradiciones hacia China continental, fue el detonante de la crisis política que sacude la excolonia británica desde hace tres meses, la más grave desde su retrocesión en 1997.

Después de haber suspendido el examen del proyecto de ley, rechazando enterrarlo totalmente, la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, cedió finalmente este miércoles, en una inusual claudicación por parte de su gobierno leal a Pekín. "El Gobierno retirará oficialmente el proyecto de ley para apaciguar por completo las preocupaciones de la población", declaró Carrie Lam en un video difundido por sus servicios.

"Demasiado tarde"

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Los medios hongkoneses habían hablado a primeras horas de la tarde de la inminencia del anuncio. Y estas informaciones supusieron alzas en la bolsa de Hong Kong, esperando que la retirada del texto termine con la inestabilidad política que comenzó a hacer mella en la economía de la excolonia británica. Pero no es seguro que esta concesión sea suficiente para calmar a los manifestantes, que a lo largo del verano ampliaron sus reivindicaciones, para denunciar una erosión de las libertades y la injerencia creciente de China en los asuntos de esta región semiautónoma.

"No es bastante (...) demasiado tarde", declaró Joshua Wong, quien en 2014 fue la cara visible del "Movimiento de los Paraguas", y que fue detenido brevemente la semana pasada durante una redada contra las grandes figuras de la movilización actual. "También pedimos al mundo que esté atento a esta táctica y que no se deje engañar por Hong Kong y el Gobierno chino. En realidad no concedieron nada, y se prepara una represión a gran escala", agregó. "Nuestra determinación y nuestro valor para combatir por nuestra libertad van a continuar", pues "los hongkoneses merecen el sufragio universal y elegir a sus propio gobierno", finalizó.

Los manifestantes también  piden una amnistía para los miles de manifestantes detenidos o la instauración del sufragio universal directo y quieren que el Ejecutivo retire igualmente el término de "disturbio" que utiliza para calificar las manifestaciones más violentas. Entre tanto, Carrie Lam, en un tono más conciliador que en sus declaraciones precedentes, exhortó a renunciar a la violencia y a participar en un "diálogo" con el gobierno. "Reemplacemos los conflictos por las conversaciones y busquemos soluciones", dijo, y añadió que quería movilizar a universitarios, consejeros y profesionales "para examinar de manera independiente los problemas profundamente arraigados en la sociedad y asesorar al gobierno sobre soluciones".

Manifestantes de Hong Kong dicen que sufren ataques digitales de China

Las aspiraciones democráticas de los manifestantes chocan con la postura del presidente Xi Jinping, líder de una represión radical contra la disidencia en China continental que en el pasado advirtió a Hong Kong sobre la idea de desafiar al gigante asiático. El ascenso de Xi ha sacudido la confianza en que ambas partes crezcan juntas hacia 2047, cuando se cumplan los 50 años del principio “un país, dos sistemas” que prometió Pekín.

La presión pública por el sufragio universal alcanzó su punto máximo en 2014 cuando manifestantes dirigidos por estudiantes ocuparon franjas de la ciudad para detener el plan del gobierno de usar el mismo comité para seleccionar candidatos antes de someterlos a votación en el territorio. Manifestantes liderados por personas como el líder estudiantil Joshua Wong denunciaron la propuesta y la calificaron de "democracia falsa", al tiempo que intensificaron su demanda de "sufragio universal real".

En 2017, Lam, tras ser electa con 777 votos a favor, bajó el perfil a los llamados a reanudar el debate y declaró en abril que "no hay espacio para crear más problemas en la sociedad". Pero el malestar de las últimas semanas, incluida una protesta que según organizadores atrajo a cerca de dos millones de personas, generó nuevas interrogantes sobre si es factible que el polo financiero asiático pueda permitirse más postergaciones.

Solo el 27% de los encuestados por el programa de opinión pública de la Universidad de Hong Kong el mes pasado aseguraron sentirse orgullosos de ser ciudadanos chinos, un mínimo histórico. "El gobierno de Hong Kong se encuentra en una profunda crisis de legitimidad", afirmó Sonny Lo, comentarista político. “Mencionar una reforma electoral en esta etapa requiere la aprobación del gobierno central en Pekín y la creación de confianza política entre las élites políticas. No creo que estos dos factores realmente existan actualmente".

D.S.