INTERNACIONAL
declaran el estado de emergencia

Hungría: muere otro inmigrante y extreman medidas

El fallecido, de 50 años, estaba con otros 500 refugiados. El gobierno de derecha promueve una legislación más restrictiva.

Trenes. La persona que murió estaba con otros 500 refugiados. Falleció en las vías de la estación
| AP

Agencias
Una nueva víctima en Hungría, uno de los países en el que la crisis tiene un carácter más extremo. Un refugiado de unos 50 años de edad murió ayer en la estación de Bicske, a 40 kilómetros al oeste de Budapest, informó la agencia MTI.
Como reacción, el gobierno húngaro declaró el “estado de emergencia” inmigratoria y el Parlamento, con los votos de la mayoría oficialista y de los extremistas de Jobbik, aprobó un paquete de leyes muy restrictivas y duras con los refugiados.
El impulso del gobierno era ir aún más allá, ya que pretendía enviar militares a la frontera, pero no pudo porque necesitaba del voto de dos tercios del cuerpo legislativo. Las nuevas leyes tienen poco de humanitario. Entre las medidas restrictivas encuadradas en el estado de emergencia, están la institución de zonas de tránsito sobre la frontera para bloquear llegadas y la aceleración del procedimiento para el reconocimiento del derecho de asilo.

En la estación. La muerte del inmigrante fue otro golpe al corazón de Europa. La policía informó que el hombre fallecido era uno de los refugiados que escaparon ayer del tren parado en la estación. Con unos 500 refugiados a bordo, estaba de camino a Sopron, en la frontera con Austria, cuando la policía trató de bajar a los pasajeros para llevarlos a un campo, pero los inmigrantes se opusieron y decidieron quedarse en los vagones.
Desde el resto del continente hubo distintas muestras de preocupación: mientras la Comisión Europea confirmó que en la reunión de ministros del Interior del 14 de septiembre pondrá sobre la mesa la propuesta de repartir obligatoriamente cuotas de 120 mil refugiados, en Praga se reunió el llamado Grupo Visegrad (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia), que contestó con un “no” rotundo.
Angela Merkel y François Hollande, en una carta a los presidentes de las instituciones europeas, invocaron la responsabilidad de cada Estado miembro y la solidaridad de todos, pidiendo a la Comisión que “utilice los instrumentos a su disposición para obligar a los Estados a respetar las reglas del derecho de asilo”.
Se trata de una posición que divide Europa, porque llega dos días después de que los ministros de Exteriores de tres de los grandes países fundadores (Italia, Alemania y Francia) sostuviesen que “ya no funciona el principio según el cual el asilo concierne al primer país de llegada”, según declaró el canciller italiano Paolo Gentiloni.
Hungría continúa obligando a los refugiados a ir a los centros de acogida, prohibiéndoles la libre circulación. Austria y Alemania aceptaron, por su parte, recibir a los miles de inmigrantes que Hungría decidió conducir a su frontera. La decisión, motivada por “la actual situación de emergencia en la frontera húngara”, fue anunciada ayer por el canciller austríaco, Werner Faymann, tras dialogar con Angela Merkel.