El periodista italiano Eugenio Scalfari tiene 93 años, es un ateo declarado y El Vaticano lo considera un monstruo, acusándolo de "manipular a lectores inocentes". Pero en los últimos años entabló una amistad intelectual con el papa Francisco, con quien se reunió en diversas ocasiones y sobre el cual escribió varias veces.
Los nombres del periodista y el pontífice volvieron a sonar juntos este Jueves Santo, cuando se publicó una nueva entrevista en la que, sorprendentemente, el papa argentino admitía que el Infierno no existe tal como se lo imagina la cristiandad.
A pesar de que el diario italiano La Repubblica presentó las afirmaciones como una entrevista, El Vaticano dijo que el papa no concedió tal cosa y que el artículo "fue el fruto de su reconstrucción", no una "transcripción fiel de las palabras del Santo Padre".
Scalfari, fundador de La Repubblica, se muestra orgulloso de ser un periodista a la vieja usanza: no toma notas en un cuaderno ni usa grabadoras durante sus encuentros con los líderes que entrevista. Más tarde, trata de recordar las reuniones para crear artículos extensos. Según el artículo de Scalfari en La Repubblica de este jueves, le preguntó al Papa dónde van las "malas almas" y dónde se le castigan.
Scalfari citó al Papa diciendo: "No son castigados. Aquellos que se arrepienten obtienen el perdón de Dios y toman su lugar entre las filas de quienes lo contemplan, pero aquellos que no se arrepienten y no pueden ser perdonados desaparecen. Un Infierno no existe, la desaparición de las almas pecadoras existe".
Las presuntas palabras papales contradicen el catecismo universal de la Iglesia Católica, que dice: "La enseñanza de la Iglesia Católica afirma la existencia del infierno y su eternidad". Habla del "fuego eterno" y agrega que "el principal castigo del infierno es la separación eterna de Dios".
En 2015, durante una visita a una parroquia de los suburbios de Roma, Francisco había asegurado un grupo de niños que el infierno no es un lugar físico, sino el estado de una persona que se niega e entregarse a Dios. “Al infierno no te envían: vas tú, porque eliges estar allí”, respondió Francisco a una niña. “El Infierno es alejarse de Dios porque yo no quiero el amor de Dios. Este es el infierno. El diablo está en el infierno porque él lo ha querido: nunca una relación con Dios”.
En el portal de noticias italiano Giornalettismo se preguntan “si las palabras atribuidas por Eugenio Scalfari al Papa Francisco no serán más bien una proyección del pensamiento del mismo periodista” y recuerdan que, tiempo atrás, Scalfari escribió al reseñal un libro del cardenal Vincenzo Paglia: “El Papa Francisco ha abolido el lugar de eterna residencia del Mas Allá de las almas”.
Según escribió enmtonces Scalfari, “las almas dominadas por el mal y no arrepentidas dejan de existir, mientras que las que sin rescatadas del mal serán asuntas a la beatitud contemplando a Dios. Esta es la tesis de Francisco y también la de Paglia”.
Lo que dijo (o no) sobre el pecado y la pedofilia
La de este Jueves Santo fue por lo menos la tercera vez que la corte vaticana se distancia de los artículos de Scalfari sobre Francisco, incluido uno en 2014 en el que el periodista dijo que el pontífice había abolido el pecado en una nota titulada “La revolución de Francisco: Ha abolido el pecado”.
El reportaje fue producto de una extensa conversación privada que Scalfari mantuvo con Bergoglio meses después de ser elegido papa. Allí, el periodista aseguraba que Francisco creía que el pecado efectivamente ya no existía gracias a la misericordia de Dios y que el perdón era “eterno”.
El Vaticano se vio obligado a desmentir, como lo hizo hoy, el reportaje de Scalfari, negando que el papa Francisco haya “abolido el pecado”, palabras que causaron sorpresa en todo el mundo. Los funcionarios de la Santa Sede también se tomaron la molestia de desmentir declaraciones del papa sobre el asunto de abusos sexuales dentro de la Iglesia católica.
De acuerdo con la nota de Scalfari, Francisco consideraba que la pedofilia es “una lepra en nuestra casa” y reconoció que la cifra conocida de pederastas dentro de la Iglesia (sacerdotes, obispos o cardenales) bordea el 2% de los 414.000 prelados que la Iglesia reconocía en 2012.
Francisco le habría dicho a Scalfari que "esa cifra no me tranquiliza para nada" y aseguró que "como Jesús utilizaré el bastón contra los sacerdotes pederastas". Una vez más, Vaticano tuvo que advertir que las cifras y opiniones no representaban exactamente las verdaderas declaraciones del pontífice. Eran, simplemente, "resultado de la memoria periodística" de Scalfari.
