El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el nuevo presidente sirio, Ahmed al Sharaa, acordaron un alto el fuego este viernes por la noche luego de que Israel bombardeara algunos edificios gubernamentales en Damasco, Siria.
El cese de los enfrentamientos fue auspiciado por Estados Unidos y anunciado por el enviado de ese país en Siria, Tom Barrack. “Llamamos a los drusos, los beduinos y los sunitas a deponer las armas y, conjuntamente con las otras minorías, a construir una identidad siria nueva y unida, en la paz y la prosperidad con sus vecinos", escribió Barrack en X.
El conflicto por el que Israel intercedió dentro de las fronteras de Siria se enmarca en los enfrentamientos que, en este último país, se acrecentaron entre la comunidad drusa, por un lado, y los beduinos y sunitas por el otro, desde el domingo en la ciudad de Sueida y sus alrededores.

Al mismo tiempo, el gobierno de al Sharaa desplegó el martes sus fuerzas en la zona, que fueron acusadas por los grupos drusos de favorecer a los beduinos y ejecutar civiles en la ciudad del sur sirio.
La movilización del ejército sirio no fue bien recibida por el gobierno de Netanyahu que decidió bombardear, este jueves 18, el suelo vecino en rechazo a la presencia de las fuerzas de al Sharaa cerca de su frontera. Las autoridades israelíes, además, justificaron el ataque con el argumento de defender a los drusos, una minoría presente en su territorio y en la meseta siria del Golán, ocupada por Israel desde 1967.
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De acuerdo al Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), la disputa entre las diferentes comunidades dejaron un saldo de, al menos, 638 muertos.
Los conflictos internos en Siria no cesaron
Antes del alto al fuego, al Sharaa anunció el jueves el retiro de sus tropas de Sueida para evitar una "guerra abierta" con Israel. Ese mismo día, las distintas partes sirias también acordaron un alto al fuego que dejaba en manos de los drusos la responsabilidad de mantener la seguridad en la zona.
Sin embargo, la presidencia de al Sharaa los acusó de vulnerar ese pacto y la violencia continuó el viernes por la llegada de grupos sunitas para apoyar a las tribus beduinas contra los drusos, una comunidad nacida del islam chiita.
El corresponsal de la AFP informó que el viernes por la noche unos 200 combatientes de las comunidades sunitas intercambiaron disparos de armas automáticas y proyectiles con grupos drusos posicionados dentro de Sueida.
Estos enfrentamientos ejemplifican uno de los principales retos del nuevo poder sirio dirigido por Al Sharaa después de derrocar en diciembre al antiguo presidente Bashar al Asad.
El nuevo dirigente había prometido proteger a las minorías de este diverso país, pero estos incidentes o la matanza meses atrás de seguidores alauitas (la rama del islam a la que pertenecían los Asad) empañan este compromiso.
LM