Tokio - Los japoneses tienen cada día más interés en conocer quién es el misterioso mecenas que está repartiendo una fortuna por los baños públicos del país.
Desde junio, el equivalente a varias decenas de miles de dólares fue descubierto en baños
públicos masculinos en sobres con unas palabras, aparentemente escritas por un mismo autor, que
invitan a realizar "buenas obras".
Las autoridades locales del oeste de Japón revelaron que los primeros sobres aparecieron a
comienzos de año en baños de cementerios. La historia se repite desde entonces: un sobre con un
billete de 10.000 yenes (60 euros, 80 dólares) se acompaña de una carta anónima caligrafiada a
pincel y de inspiración budista.
"Sepa sacar provecho de este legado de 10.000 yenes para su crecimiento personal. Por
favor, comprométase generosamente en buenas acciones. Encontrará serenidad".
Responsables de la prefectura de Hyogo (oeste) reconocieron que en julio y agosto de 2006
encontraron en tres camposantos paquetes idénticos que contenían en total 290.000 yenes (1.700
euros, 2.400 dólares). "Hemos sabido ahora que se trata de un fenómeno nacional. No sé qué decir",
fueron las palabras del vocero de esa policía a la agencia de noticias
AFP.
Los medios japoneses estiman que la fortuna desperdigada en los sanitarios del país se eleva
ya a 4,5 millones de yenes (27.000 euros, 37.000 dólares).
Mientras tanto, en todo Japón
se multiplican las especulaciones sobre la identidad del mecenas. Para unos se
trata de un hombre bondadoso, puede que de un funcionario jubilado, dicen, ya que siempre actúa en
baños de edificios públicos. Otros
se preguntan si el generoso donante no será miembro de una secta de tendencia "new
age" por el tono de su misiva.
En todos los casos que se conocen de personas que devolvieron el dinero, éstas eran
ciudadanos corrientes, conforme a la reputación de honestidad de los japoneses. Se ignora cuántos
han sido los que, en cambio, han decidido quedarse con los 10.000 yenes que, en todo caso, son un
don de un desconocido. A falta de reclamación del propietario, el dinero va a los fondos de los
ayuntamientos o de la policía. "Tratamos el caso como si fuesen objetos perdidos. Y cuando nadie
los reclama, son donados a la municipalidad", dijo un policía de Osaka.
Fuente:
AFP