El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó que le resultaba “imposible” proceder a la evacuación ayer de miles de civiles de Mariúpol, la ciudad portuaria del sur de Ucrania asediada y bombardeada desde hace semanas por las tropas rusas, y que lo intentará hoy.
“El equipo del CICR, que consta de tres vehículos y nueve personas, no llegó a Mariúpol ni facilitó el paso seguro de los civiles hoy”, dijo el CICR en un comunicado.
“Intentarán de nuevo facilitar el paso seguro de los civiles de Mariúpol el sábado”, añadió. El Comité también precisó que el equipo tuvo que regresar a Zaporiyia, situado a más de 200 kilómetros.
Para que “la operación funcione, es fundamental que las partes respeten los acuerdos y ofrezcan las condiciones y garantías de seguridad necesarias”, dijo la organización.
Entre las exigencias está un cese del fuego respetado y que el convoy humanitario pueda atravesar con seguridad lo distintos puestos de bloqueo militares.
“Es algo complejo, sostuvo el portavoz Watson. No hay un plan B, el tiempo corre para la población de Mariupol que necesita desesperadamente de asistencia y dejar la ciudad si quiere”.
Los intentos anteriores de evacuar a los civiles de esta ciudad han fracasado. Se calcula que 160.000 personas permanecen atrapadas en ella en condiciones deplorables.
Según las autoridades ucranianas, aún hay más de 100 mil civiles en Mariupol, sin provisiones médicas, que no llegan a la ciudad desde hace 36 días, y la evacuación enfrentaría grandes riesgos.
“En algunas regiones, los corredores humanitarios no funcionan. Apreciamos el apoyo internacional de los países y organizaciones que llevan ayudas humanitarias, pero necesitamos más a causa del número de ataques”, dijo Oleksii Iaremenko, viceministro del gobierno ucraniano.
Por su parte, un asesor del alcalde de Mariupol, Petro Andryushchenko, afirmó que es “muy peligroso” aún salir de Mariupol. “La ciudad está cerrada y es muy peligroso dejarla con transportes personales”, dijo en su cuenta de Telegram.
Según el asesor del alcalde, las fuerzas rusas impidieron el jueves que inclusive una pequeña cantidad de asistencia humanitaria llegara a los residentes, por considerar que no existía un “corredor humanitario” planificado.
El portavoz del CICR, Ewan Watson, había advertido a primera hora de ayer que no era seguro que las evacuaciones pudieran llevarse a cabo. “Si se produce y cuando se produzca, el papel del CICR como intermediario neutral será dirigir el convoy desde Mariúpol a otra ciudad de Ucrania”, dijo a los periodistas en Ginebra.