INTERNACIONAL
sigue la tensión

La diplomacia no alejó el riesgo de un conflicto entre Rusia y Ucrania

Los intensos contactos para evitar lo que Washington y Bruselas creen es una posible invasión de Moscú no lograron despejar las dudas.

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Observación. Un soldado ucraniano en un puesto de avanzada ubicado sobre la frontera con Rusia. | apf

La intensa negociación diplomática entre occidentales y rusos para evitar lo peor en Ucrania no logró nada claro y deja las opciones entre el bloqueo o un conflicto probable.

Rusia, que concentró cerca de 100 mil hombres en la frontera con Ucrania, sigue exigiendo que la OTAN se comprometa a no integrar a esta ex república soviética.

Ante la “presión máxima” rusa, Washington se dijo “listo a todo tipo de alternativas”, hasta represalias económicas y financieras “duras”.

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Y para cerrar la semana, Ucrania sufrió el viernes un ciberataque masivo no reivindicado que bloqueó una parte de sus sitios oficiales. 

¿Y ahora? Tras las negociaciones diplomáticas en Ginebra, Bruselas y Viena, los rusos exigen sin dilaciones una respuesta a sus reivindicaciones. 

Rusia no ve dónde está la utilidad de realizar nuevas conversaciones “en los próximos días” y espera respuestas escritas de los occidentales.

Estados Unidos rechaza, por su parte, todas las peticiones rusas sobre la OTAN, lo instala en Europa a los equilibrios geopolíticos de 1991 cuando cayó la URSS. 

Washington propone iniciar “procesos” de negociaciones centrados en el control de armas y la limitación de los ejercicios militares, fuentes recurrentes de tensión. Lo que para los rusos es insuficiente.

“Estamos en un impasse. Hoy las posiciones rusas y estadounidenses son irreconciliables”, dice Melinda Haring, directora adjunta del centro estadounidense Eurasia.

“La decisión de continuar o no las discusiones será tomada por Vladimir Putin y nadie sabe por ahora cuál será”, subraya Marie Dumoulin, experta en Rusia y Europa del este en el Consejo europeo de Relaciones internacionales.

¿Hay riesgo? La guerra es “desgraciadamente más probable”, dice Haring. Hay que esperar “una exacerbación de la crisis pasando por la fuerza”, apunta Dmitri Trenin, del Carnegie Center en Moscú.

Para François Heisbourg, consejero en la Fundación de la Investigación Estratégica (FRS) en París, “la situación es totalmente volátil” y el “riesgo de guerra elevado”.

El negociador ruso, Serguéi Riabkov, aseguró sin embargo el lunes en Ginebra que los rusos no tenían la intención “de atacar a Ucrania”. 

Pero una intervención militar podría tomar otras formas, destaca Maxim Suchkov, director del Instituto de estudios internacionales en la universidad Mgimo en Moscú. 

Cuando Putin agita la amenaza de una respuesta “militar y técnica”, puede pensar por ejemplo en el “despliegue de misiles en el Donbás o en Crimea”, advierte Suchkov.

Vladimir Putin. Según la inteligencia estadounidense, los rusos “no han tomado aún una decisión definitiva” sobre una invasión.

Para Dumoulin, “el escenario de la intervención militar rusa no es el más probable” pues su “costo militar, político, financiero y humano” sería considerable: “Saben que en caso de intervención militar en Ucrania lograrán sanciones masivas y una ruptura de facto de sus relaciones con los países occidentales”.

Putin denuncia la política de contención de su país, obsesión histórica rusa, y reclama desde hace tiempo “garantías de seguridad” a Occidente. 

Según Suchkov, Estados Unidos, centrado ahora en su rivalidad con China, podría tener “interés en una relación estable y previsible” con Rusia y en una “arquitectura de seguridad en Europa que le facilite enfocarse en el Indo-Pacífico”. Es la apuesta del Kremlin, puntualiza el especialista.