Desde Viena*
“Es una movida política”, dijo hace dos semanas el canciller Jorge Faurie cuando el Parlamento de Austria votó contra el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Y tenía razón. Aunque tal vez fue muy optimista al agregar: “Faltan unos diez meses para que esto llegue a consideración. Hay que ver si el gobierno (austríaco) cambia o toma otra actitud. No hay que anticiparse”.
El domingo pasado hubo elecciones en Austria. Cambiará la composición del Parlamento y ya se negocia la conformación de una coalición de gobierno entre los distintos partidos, según impone el parlamentarismo. Pero el veto al tratado con el Mercosur se mantendrá firme, según dijeron a este diario desde el gobierno austríaco en ciernes.
Esto supone un golpe al mayor logro exterior de Mauricio Macri. Si Austria persevera en su negativa, el acuerdo UE-Mercosur queda congelado. El tratado no solo debe ser ratificado por el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales de los miembros de la UE, sino también por todos sus gobiernos reunidos en el Consejo Europeo.
En septiembre, el Parlamento austríaco aprobó una moción que obliga al Ejecutivo a vetar el acuerdo ante el Consejo, con el apoyo de cuatro de las cinco fuerzas políticas con representación legislativa. La decisión es vinculante y no necesita ser confirmada en sesión plenaria, aunque los legisladores tienen potestad para revertirla con una nueva votación.
Sin embargo, todo indica que eso no va a ocurrir. Tras las elecciones, el nuevo reparto político en Austria empeora aún más el panorama. El conservador Partido del Pueblo (ÖVP) ganó los comicios y lidera la rosca con las demás fuerzas para conformar una mayoría de gobierno. Desde el entorno del ex canciller Sebastian Kurz, ahora candidato a volver al poder, ya deslizan que sus socios preferentes serían los ecologistas de Los Verdes.
La cuestión ambiental fue precisamente uno de los principales argumentos del Parlamento anterior para oponerse al acuerdo. En Europa, el movimiento ecologista presiona para que no se importen productos agrícolas que no cumplan con altos estándares medioambientales. A eso se suma el repudio que generó en estas latitudes la inacción del brasileño Jair Bolsonaro ante los incendios en el Amazonas.
“Hay consenso de casi todos los partidos en rechazar el tratado con el Mercosur −señalaron a PERFIL desde el ÖVP−. Con el cambio climático en la agenda de Europa, no esperamos que esto cambie sustancialmente durante las negociaciones para formar una coalición en Austria”.
Aunque originalmente el ÖVP promovía una adhesión con retoques al acuerdo, la dinámica política lo arrastró a oponerse. Más allá de la cuestión ambiental, los partidos austríacos enfrentan grandes presiones del sector agrícola, que aborrece la idea de abrirse a importaciones.
“Preocupa que la agricultura austríaca, que produce con altos estándares de calidad y en granjas familiares orientadas a productos pequeños y medianos orgánicos, se vea afectada por una fuerte presión externa −afirmó a este diario Monika Reiner, secretaria de Relaciones Internacionales del ÖVP−. Además, la amenaza de un Brexit duro abre un eventual escenario en el que unas 200 mil toneladas de carne, originalmente destinadas a la exportación al Reino Unido, podrían llegar al mercado europeo y ejercer presión adicional. Por eso, nuestro partido se opone al acuerdo con el Mercosur en su forma actual”.
El tiempo corre. Se prevé que el Consejo Europeo trate el acuerdo con el Mercosur en el segundo semestre de 2020, para que luego pase al Parlamento Europeo y a los de cada país. Si Austria no levanta antes su veto, nada de eso podrá ocurrir.
Antes de las elecciones austríacas, en la Cancillería argentina decían que la negativa aquí se debía al clima de campaña. Ahora que ya pasaron los comicios, se esperanzan con que, cuando el reloj apriete, los grandes jugadores europeos (en particular, Alemania)hagan lo suyo. “Claro que preocupa lo de los austríacos−dijo un funcionario involucrado en las negociaciones−. Pero, cuando haya que firmar, esperamos que los que pesan de verdad los alineen”.
*Esta nota se realizó en el marco del Journalists in Residence Program, del Ministerio de Asuntos Exteriores de Austria.