Ami Shafran es un académico, militar y especialista en ciberseguridad de Israel. Durante su carrera ocupó cargos en el sector de defensa e inteligencia de las fuerzas armadas israelíes, incluyendo la jefatura del departamento de Investigación y Desarrollo del Ministerio de Defensa. De visita en la Argentina para promover la cooperación y los negocios en un ámbito donde su país es líder, compartió con PERFIL su opinión sobre el desarrollo de este nuevo dominio donde se desarrolla el conflicto mundial.
—Argentina planea tener una fuerza militar separada que se ocupe de la ciberseguridad. ¿Cree que es razonable crear un brazo de la ciberseguridad o debe estar integrado en otras fuerzas?
—No debería hablar específicamente de la Argentina, pero puedo responder en términos genéricos. Y la respuesta es sí, absolutamente. Israel fue uno de los primeros países en definir que el ciberespacio es un espacio de guerra. Lo llamamos el quinto dominio: tierra, aire, mar, espacio y ciberespacio. En Israel es una cuestión de necesidad existencial. No tenemos el lujo de no hacerlo.
—Es un nuevo campo de batalla…
—Sí, el ciberespacio se convirtió en un lugar donde se lucha. Algunos lo llaman un conflicto de baja intensidad, pero creo que a veces la intensidad es alta. Se puede ver que las naciones del mundo empiezan a usar el ciberespacio para luchar. Se puede ver a China, a Rusia y otras naciones. No puedo entrar en detalles, pero es algo que ocurre en el mundo entero. También se entiende que lo que ocurre en el ciberespacio puede tener consecuencias muy reales.
—Las empresas privadas también son parte de este conflicto, como le pasó a la Sony luego de la película que se burlaba de Kim Jong un.
—El ataque a Sony es considerado por la mayoría de los expertos un punto de inflexión, para entender que un estado puede ir contra una compañía como parte de un ataque. Ese tipo de ataque que hace una nación, no puedes esperar que lo maneje por sí sola una firma privada. Por eso es un asunto de Estado. Por eso es que cuando ocurrió el ataque a Sony, a pesar de que era una empresa privada el gobierno tomó control de la cuestión.
—¿Pudo evaluar cuál es la situación de la ciberseguridad en Argentina?
—Básicamente, veo que se están haciendo cosas, no todos los sectores están igual. Usualmente un sector está más protegido que otros, pero creo básicamente que siempre hay algo que se puede mejorar. Pero esto no es una crítica. Pero si quieren una opinión objetiva, las Naciones Unidas desarrollan un índice donde pueden ver la posición del país (N. de la R.: Argentina está en el puesto 63 sobre 163, dentro de la categoría intermedia de países “maduros”).
—¿Argentina puede ser un objeto de ataque de esta naturaleza?
—El terror es global. Argentina es parte de la comunidad global y como tal está expuesta. Pero no tengo ninguna información específica sobre amenazas al país. Algunas personas han dicho que el próximo 9/1 será cibernético. Hay especialistas que sostienen que el próximo 11 de septiembre será un ataque digital y hablamos de ataques que pueden afectar infraestructura crítica y afectar gravemente la vida de las personas, o el desarrollo de un país.
Contactos en la Argentina
“Mantuve reuniones con Ministerios de Seguridad Interior y Modernización, pero creo que hay cinco ministerios que de un modo u otro están relacionados con la ciberseguridad”, explica Shafran. Y aclara que se está “tomando con mucha seriedad” y no puede decir que “haya visto algún tipo de negligencia”. Sin embargo, aclaró que “eso no significa que todo está perfecto”. Desde su perspectiva “la actitud que es la correcta, los comités que van a crear las actividades que van a realizar, van en la dirección indicada y parece un plan serio donde Israel puede no solo ofrecer tecnología, sino también modelos de trabajo en distintos ámbitos, como por ejemplo, en el académico”.
