El papa Francisco subrayó hoy que “no existen las guerras justas”, dijo que escucha “el grito desgarrador de nuestros hermanos ucranianos” y comparte “la angustia de un pueblo herido en su identidad, en su historia y tradición”, y al mismo tiempo sufre por “los soldados, tan jóvenes, enviados al frente”.
El Pontífice se refirió a la guerra en Ucrania en un mensaje que envió en ocasión de las Jornadas Sociales Católicas Europeas y durante una audiencia con educadores en la Santa Sede.
“El grito desgarrador por ayuda de nuestros hermanos ucranianos nos impulsa a llorar con ellos, a tratar de actuar por ellos, a compartir la angustia de pueblo herido en su identidad, en su historia y tradición”, afirma en su mensaje.
Francisco destaca que “la sangre y las lágrimas de los niños, el sufrimiento de mujeres y hombres que están defendiendo su tierra o escapando de las bombas, sacuden nuestra conciencia”.
“Una vez más, la humanidad está amenazada por un abuso perverso del poder y de los intereses de parte, que condena a la gente indefensa a sufrir toda forma de brutal violencia”, agrega el papa.
Francisco abordó también la guerra en Ucrania al recibir a los participantes de un congreso internacional de educación.
“Las guerras justas no existen”, afirmó el Papa, que recordó que “la guerra está a las puertas de casa. Aquí, en Roma, hay niños heridos en los bombardeos. Esto sucede cerca de nosotros. El Evangelio nos pide no mirar para otra parte, que es la actitud más pagana de los cristianos”, sostuvo.
El papa argentino aseguró que en Europa “estamos habituados a escuchar noticias de guerras lejanas: Siria, Yemen. Habituados. Ahora la guerra se acerca a nuestra casa y esto nos hace pensar en el salvajismo de la naturaleza humana, de lo que somos capaces, asesinos de nuestros hermanos”.
“Pensemos en los soldados que son enviados al frente, tan jóvenes, soldados rusos, pobrecitos. Pensemos en tantos soldados jóvenes ucranianos. Pensemos en los jóvenes, las niñas y niños”, clamó el Pontífice, que calificó a la guerra como “el fracaso de la humanidad, una rendición vergonzosa ante las fuerzas del mal”.
“La guerra deja al mundo peor y es un fracaso de la política y de la humanidad, una rendición vergonzosa ante las fuerzas del mal”, afirma el papa en un mensaje a la Ccee, la conferencia de los obispos europeos, citando su encíclica Fratelli Tutti.