Durante su primer encuentro formal con los cardenales, realizado a puertas cerradas este sábado en el Vaticano, el papa León XIV compartió el significado profundo de su nombre pontificio. A tan sólo dos días de su elección, el nuevo Obispo de Roma agradeció a sus “más estrechos colaboradores” la confianza y les reveló la motivación detrás de una de las decisiones más simbólicas de todo papado: la elección del nombre.
León XIV, el primer papa estadounidense de la historia, aseguró haber asumido un “yugo que claramente supera no solo mis fuerzas, sino las de cualquier otro”. Confirmó que su nombre es un homenaje directo a León XIII, autor de "Rerum novarum”, la encíclica que dio origen a la doctrina social de la Iglesia en pleno auge de la primera revolución industrial. “Hay varias razones, pero la principal es porque León XIII, con la histórica Encíclica Rerum novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial”, detalló.
En su discurso, el pontífice vinculó aquel contexto con los desafíos actuales: “El mundo atraviesa una nueva revolución, esta vez ligada al desarrollo de la inteligencia artificial”. Con esta referencia, dejó claro que su pontificado buscará proyectar la herencia de justicia social hacia los desafíos tecnológicos y éticos del siglo XXI.
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Continuidad pastoral y el legado del Papa Francisco
La audiencia estuvo atravesada por el duelo tras la reciente muerte del papa Francisco, a quien León XIV definió con afecto y respeto. Describió su fallecimiento como “un evento pascual”, vivido “a la luz de la Resurrección”, y convocó a los cardenales a recoger “esta valiosa herencia” para continuar su camino.
Con un fuerte énfasis en la continuidad eclesial, el nuevo Papa renovó su compromiso con los postulados del Concilio Vaticano II, y reafirmó que su pontificado se apoyará también en la exhortación Evangelii gaudium. “La conversión misionera de toda la comunidad cristiana, el cuidado amoroso de los débiles y el diálogo valiente”, enumeró, y destacó las prioridades que delineó Francisco durante su gobierno.
Además, mencionó otros aspectos esenciales del documento: “la conversión misionera de toda la comunidad cristiana, el crecimiento en la colegialidad y en la sinodalidad; la piedad popular; el cuidado amoroso de los débiles y abandonados y el diálogo valiente y confiado con el mundo contemporáneo en sus diferentes componentes y realidades”.
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La Santa Sede informó que, durante el encuentro, varios cardenales compartieron propuestas concretas al nuevo pontífice, muchas de las cuales ya habían surgido en las reuniones previas al cónclave.
Para cerrar su intervención, León XIV citó a Pablo VI al inicio de su pontificado: expresó su deseo de que una “gran llama de fe y de amor” ilumine a toda la humanidad. Así, presentó su misión con un llamado a la esperanza, la renovación y el diálogo como ejes de un pontificado que se proyecta como un puente entre la tradición y los desafíos del presente.
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