Un hombre fue detenido el jueves 25 de julio en Hanói, Vietnam, luego de que la Policía descubriera que en el baúl de su auto transportaba siete tigres congelados. Al parecer, el aprehendido se dedicaba desde hace años a traficar de modo ilegal ciertas especies de animales. De hecho, ecologistas de esa ciudad intentan combatir este mecanismo, aunque aseguran que el mercado negro perdura dado que se produce una falla en los controles que deberían evitarlo.
Nguyen Huu Hue habría importado ilegalmente animales procedentes del vecino Laos durante años, y logró ser arrestado el jueves 25 de julio junto a dos personas, según consignó la agencia internacional AFP.
"Hue montó una empresa de venta de materiales de construcción para cubrir el comercio ilegal de tigres y otras especies salvajes", manifestó una fuente oficial del ministerio de Seguridad Pública. El hombre fue aprehendido y está acusado de haber ordenado almacenar tigres en casas de gente pobre.
No está claro aún si los animales murieron en el medio natural o si proceden de una de las numerosas granjas ilegales de tigres que hay en Laos, las cuales suplen gran parte de la demanda asiática de carne y de huesos de tigre. En base a la fotografía que se mostró del procedimiento, al parecer los siete parecían tener un corto tiempo de vida.
Vietnam es un centro de consumo de fauna salvaje y también un punto de paso del tráfico de ésta hacia China, y por allí transitan desde tigres a colmillos de elefante, hasta cuernos de rinoceronte.
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La medicina tradicional vietnamita y la industria de la joyería utilizan algunas partes del tigre, cuya población disminuyó enormemente en ese país. Habitualmente, se hierven sus huesos y se mezclan con un alcohol a base de arroz para producir un elixir que, supuestamente, cura la artrosis y actúa como vigorizante, unas propiedades que los médicos rebaten.
Desde hace ya un largo tiempo, Hanói intenta combatir el tráfico de animales pero, para los ecologistas, el mercado negro perdura dado que se produce una falla en los controles que deberían evitarlo.
Campaña. En 2016 se dio la llamada 'Declaración de Hanói', una conferencia internacional sobre el contrabando de animales que invitó a los participantes a comprometerse a combatir a los cazadores furtivos y a los contrabandistas.
En el documento de esa cumbre se indicó, entre otras cuestiones, que "el comercio ilícito de vida silvestre está aumentando el riesgo de extinción de muchas especies terrestres y acuáticas, tanto amenazadas como protegidas, y la sobreexplotación de otras", por ello, "son necesarios enfoques amplios y bien coordinados en toda la cadena de suministro".
F.D.S./ C.P.