INTERNACIONAL
elecciones

Los ultraconservadores vuelven al poder en Irán

Ebrahim Raisi se impuso en primera vuelta, de la que fueron impedidos de participar sus principales rivales.

20210620_iran_ebrahim_raisi_afpcedoc_g
Justicia. Hasta ahora comandaba la autoridad judicial. Creen que apunta a ser “guía supremo”. | afp y cedoc

El ultraconservador Ebrahim Raisi fue elegido nuevo presidente de Irán tras ser declarado ganador ayer en primera vuelta de unas elecciones a las que no pudieron presentarse sus principales adversarios y que registró la participación más baja de la historia.

Raisi ganó los comicios con el 61,95% de los votos, según los resultados definitivos anunciados por el ministro del Interior Abdolfazl Rahmani Fazli, un día después de celebrarse la elección. La tasa de participación se estableció en 48,8%, precisó el ministro, es decir la más baja para una elección presidencial desde la instauración de la República islámica, en 1979.

Jefe de la autoridad judicial, Raisi, de 60 años, era archifavorito ante la falta de competencia real tras la descalificación de sus principales adversarios. 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

“Con la bendición de Dios, haremos lo mejor para que la esperanza de un futuro viva ahora en el corazón de la gente crezca más”, dijo Raisi, que agregó que quería reforzar la confianza en el gobierno para una “vida brillante y agradable juntos”.

El guía supremo iraní, el ayatola Alí Khamenei, celebró ayer la elección ganada por Raisi como una victoria de la nación contra la “propaganda del enemigo”.

“La gran ganadora de las elecciones de ayer es la nación iraní porque se ha levantado otra vez frente a la propaganda de la prensa mercenaria del enemigo”, dijo Khamenei

Poco antes de difundirse los primeros resultados oficiales, el presidente saliente Hasan Rohani anunció que había un ganador en primera vuelta. “Felicito al pueblo por su elección”, declaró en un discurso televisado.

La votación se extendió hasta las dos de la madrugada de ayer  para permitir una máxima participación en buenas condiciones, teniendo en cuenta la pandemia de covid-19 que ha dejado oficialmente cerca de 83.000 muertos en una población de 83 millones de habitantes.

Campaña sosa y malestar generalizado. Raisi se enfrentó a tres candidatos: el general Mohsen Rezai, ex comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución -el ejército ideológico de la República Islámica- el ex presidente del Banco Central Abdolnaser Hemati y el diputado Amirhosein Ghazizadeh-Hashemi.

Mohsen Rezai quedó en segundo puesto, con el 11,8% de los votos; Abdolnaser Hemati, en tercero (8,4%) y Amirhosein Ghazizadeh-Hashemi, con el 3,5% de los votos, en cuarto. 

La campaña electoral fue sosa, con un trasfondo de malestar generalizado de los ciudadanos ante la crisis que vive este país rico en hidrocarburos, pero sometido a sanciones estadounidenses. Raisi se presentó como el líder de la lucha anticorrupción y defensor de las clases populares que perdieron poder adquisitivo por la inflación. Fue el único de los cuatro candidatos que hizo una verdadera campaña.

En el exterior, los expatriados iraníes pudieron votar en las embajadas, sobre todo en Estados Unidos, Australia y el Reino Unido. Según los medios iraníes, en algunos de esos centros de votación se registraron incidentes.

Teherán convocó al embajador del Reino Unido en Irán para protestar por lo que presentó como una agresión de la oposición en el exilio contra una de sus ciudadanas cuando ésta se disponía a votar en Birmingham, en el centro de Inglaterra. 

Desde el extranjero, empezaron a llegar mensajes de felicitación para Raisi. El presidente ruso, Vladimir Putin, felicitó a Raisi en un telegrama y afirmó esperar que se refuerce la “cooperación bilateral constructiva”.

En la misma línea se expresó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien felicitó a Raisi por carta, en la que dijo esperar que “la cooperación entre nuestros dos países se fortalezca más adelante” y expresó su deseo de visitar Irán.

También felicitó al nuevo presidente electo el sirio, Bashar al Asad, que le deseó que continúe con “el enfoque de la Revolución Islámica en la gestión del país frente a los planes y presiones” externas y que se “refuercen” las relaciones bilaterales.

Represión. El presidente tiene poderes limitados en Irán, donde el poder real está en manos del guía supremo. El balance de Rohani quedó manchado por el fracaso de su política de apertura tras la retirada de Estados Unidos en 2018 del acuerdo sobre el programa nuclear iraní con las grandes potencias de 2015.

Esta decisión de Donald Trump,  y el restablecimiento de sanciones que le sucedieron, hundieron al país en una violenta recesión, lo que dio lugar a dos olas de protestas, en diciembre de 2017 y enero de 2018, y en noviembre de 2019, que fueron violentamente reprimidas.

Para la oposición en el exilio y las ONGs,  Raisi es la encarnación de la represión y su nombre está asociado a las ejecuciones en masa de detenidos de izquierda en 1988, aunque él niega toda participación. Su nombre figura en la lista negra de responsables iraníes sancionados por Washington por “complicidad en graves violaciones de los derechos humanos”.

 

Israel: venció “el carnicero”

El gobierno israelí reaccionó con dureza a la elección de Ebrahim Raisi, “el presidente más extremista hasta la fecha, elegido por menos del 50 por ciento de los ciudadanos iraníes habilitados”, afirmó la cancillería de Israel al comentar los comicios. 

Raisi, sostuvo el vocero de la cancillería israelí, Lior Hayt, “es el carnicero de Teherán, denunciado por lac omuidad internacional por su papel directo en las ejecuciones extrajudiciales de más de 30 mil personas”. 

El nuevo presidente iraní es “un extremista comprometido con el avance de la energía nuclear de Irán. La elección deja en claro las verdaderas intenciones malvadas de Irán y debe causar una seria preocupación en la comunidad internacional”, concluyó Hayat.

 


La oposición dice que votó menos del diez por ciento

DPA

La oposición iraní en el exilio aseguró ayer que menos de un 10 por ciento de la población del país votó en lo que describió como una “mascarada electoral” marcada por el incremento artificial de papeletas a favor del vencedor de los comicios presidenciales, el ultraconservador Ebrahim Raisi.

Así lo anunció la Organización de los Muyahidín del Pueblo de Irán (PMOI), grupo histórico designado por Irán como una organización terrorista y que ahora tiene su base principalmente en Irak, a través de un estudio realizado sobre “informes de más de 1.200 periodistas y reporteros” vinculados a IranNTV, medio opositor.

Frente al 48,8 por ciento de participación del que informó el Gobierno iraní, la oposición aseguró que “el régimen clerical está multiplicando el recuento de votos por un factor de cinco en un intento inútil de otorgar legitimidad a un asesino en masa”, afirmó en relación al presidente electo.

Horas antes, Amnistía Internacional había solicitado una investigación por crímenes contra la humanidad contra Raisi, al que le acusa de participar en el asesinato, la desaparición forzada y la tortura a disidentes políticos durante su rol en la llamada “comisión de la muerte” durante finales de la década de los 80.

Para los opositores, ele método de manipulación electoral conocido como “Otaghe Tajmi’e Ara” (agregación de votos) ha sido una constante electoral en los comicios iraníes, especialmente los de 2009, en los que el también conservador Mahmud Ahmadineyad se alzó con la victoria.

La líder del PMOI, Maryam Rajavi, aseguró que las cifras que barajan los opositores revelan un “boicot” que “muestra y demuestra al mundo que el único voto del pueblo iraní ha sido el que apuesta por derrocar a este régimen medieval”.

“La dictadura religiosa está en una espiral descendente y debe ser barrida”, declaró Rajavi, quien aseguró que “la libertad y una república democrática son los derechos inalienables del pueblo iraní”.

Raisi, quien pasó la mayor parte de su carrera en el aparato judicial, llegó a convertirse en custodio de la fundación religiosa Astan Quds Razavi, la más grande en el mundo islámico, lo que lo hace acumular un gran poder y figurar incluso como principal favorito a suceder al gran ayatolá Jamenei al frente del país.

El clérigo, quien fue derrotado por Rohani en 2017, fue nombrado en 2019 como jefe del aparato judicial y poco después fue designado como vicepresidente de la Asamblea de Expertos, lo que le permitió aumentar su influencia.