Esta nueva edición semanal en lengua española del L´Osservatore Romano está encabezada por las palabras del Papa Francisco al término de la Audiencia General, en donde hace mención de la publicación del Informe del ex cardenal McCarrick. Al finalizar la Catequesis de los miércoles, que se publica en forma completa en esta edición, el Santo Padre dijo: “Renuevo mi cercanía a las víctimas de todo abuso y el compromiso de la Iglesia para eliminar este mal”.
Por su importancia, el análisis y tratamiento de dicho informe ocupa varias páginas de esta edición. Se destacan especialmente las declaraciones al respecto del Cardenal Pietro Parolín, Secretario del Estado Vaticano. La mismas que son publicadas en la página tercera, expresan que: “Publicamos el Informe afligidos por las heridas que el caso ha provocado en las víctimas, en sus familias, en la Iglesia en los Estados Unidos, en la Iglesia Universal. Como hizo el Papa, yo también he podido examinar los testimonios de las víctimas contenidos en las Actas en las que se basa el Informe y que están depositados en los archivos de la Santa Sede. Su contribución ha sido fundamental. En su Carta al Pueblo de Dios de agosto de 2018, el Santo Padre Francisco escribía a propósito de los abusos de menores «Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas». Como se desprende del tamaño del informe y de la cantidad de documentos e información que contiene, hemos ido en búsqueda de la verdad, ofreciendo material útil para responder a las preguntas planteadas por el caso. La investigación, como es sabido, ha requerido dos años de trabajo y ahora que el texto se ha hecho público, se entenderá el por qué de este tiempo no breve”.
Resultan también relevantes las palabras de Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio de la Comunicación de la Santa Sede. En su editorial que se publican en las páginas diez y 11 de esta edición bajo el título “Una dolorosa página de la cual la Iglesia aprende”, Tornielli expresa entre otras consideraciones que: “La fuerza del Informe radica ciertamente en su integralidad, pero también en la visión global que proporciona, de la cual surgen algunos puntos clave que es importante tener en cuenta. El primero se refiere a los errores cometidos, los cuales implicaron la aprobación de nuevas normas en la Iglesia para evitar que la historia se repita. Un segundo elemento dice relación con la ausencia, hasta 2017, de denuncias fundadas de abusos a menores de edad cometidos por McCarrick”. La columna finaliza expresando que: “El caso de Theodore McCarrick —un prelado de considerable inteligencia y preparación, capaz de tejer muchas relaciones tanto en el ámbito político como en el interreligioso— sigue siendo, por lo tanto, para la Iglesia Católica, en los Estados Unidos y en Roma, una herida abierta y todavía sangrante, ante todo por el sufrimiento y el dolor causado a las víctimas. Una herida que no se puede curar sólo con nuevas normas o códigos de conducta cada vez más eficaces, porque el crimen también dice relación con el pecado. Una herida que para ser sanada necesita humildad y penitencia, pidiendo a Dios el perdón y la fuerza para recuperarse”
Un doble llamamiento por la paz en Etiopía y en Libia fue lanzado por el Papa en el Ángelus del 8 de noviembre, en el que también recordó a la población de América Central, golpeada por un violento huracán. Como es habitual, antes de la oración mariana del medio día desde la ventana del Estudio privado del Palacio apostólico vaticano con los fieles presentes en la plaza de San Pedro —respetando las disposiciones anti Covid— el Pontífice comentó el Evangelio del domingo, centrado en la parábola de las diez vírgenes.
Además de varias notas y artículos de los columnistas de este periódico oficial de la Santa Sede, se publica la carta del Santo Padre al obispo de Punta Arenas, en ocasión del quinto centenario de la celebración de la primera misa en tierra chilena, en el estrecho de Magallanes.