INTERNACIONAL
Gesto chavista

Maduro liberó a un preso estadounidense, pero Trump ratificó las sanciones

El mormón Joshua Holt había sido detenido hace dos años por "conspirar" contra el gobierno venezolano. Un ajedrez diplomático derivó en su salida.

Trump y Joshua Holt, en la Casa Blanca.
Trump y Joshua Holt, en la Casa Blanca. | AFP

El presidente Donald Trump recibió este sábado en Washington al mormón estadounidense Joshua Holt, liberado por el gobierno de Nicolás Maduro horas antes como un gesto de acercamiento a la Casa Blanca, pero pese a las fotos Trump ratificó que mantendrá las sanciones a los principales jerarcas del gobierno venezolano. Holt y su esposa, la venezolana Thamara Caleño, se reunieron con Trump apenas horas después de ser puestos en libertad en Caracas tras pasar casi dos años detenidos acusados de conspirar contra el gobierno de Maduro.

"Han pasado por mucho. Mucho más de lo que la gente puede soportar", les dijo Trump en la Oficina Oval, ante los radiantes padres de Holt y los sonrientes legisladores y funcionarios que participaron en las negociaciones para la liberación.

El senador Bob Corker, cuya reunión en Caracas el viernes con Maduro allanó el camino para la salida de Holt y su esposa, contó que la expectativa sobre la partida se mantuvo hasta el final, porque incluso cuando estaban a punto de despegar de Caracas el piloto dijo que había un problema con un instrumento del avión.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

"Fue toda una experiencia de la que casi podríamos escribir un libro sobre las últimas 48 horas", dijo Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense. La madre de Holt, Laurie, que según los relatos nunca bajó los brazos hasta volver a tener a su hijo con ella, agradeció enfáticamente a Trump, pero también a Maduro "por dejarlo volver a casa".

"Estoy desbordado de gratitud", dijo Holt citado por la agencia AFP quien días atrás había rogado a Estados Unidos que no lo abandonara, en videos difundidos en redes sociales durante una toma en El Helicoide, la sede del Servicio de Inteligencia (Sebin) en Caracas donde estaba recluido. El joven de 26 años fue detenido el 30 de junio de 2016 junto a su esposa acusados de posesión de armas de guerra, que según la familia de Caleño "esas armas fueron colocadas en el lugar por el propio escuadrón que los detuvo"

Más allá de la felicidad del momento, Washington advirtió que esto no supone un giro en su posición hacia Caracas, a la que impuso nuevas sanciones económicas tras la reelección el domingo pasado de Maduro en comicios que consideró "una farsa". 

"Muy contento de que Josh Holt esté de vuelta en casa con su familia (...) Las sanciones continúan hasta que la democracia regrese a Venezuela", escribió por su parte el vicepresidente Mike Pence en su cuenta de Twitter. El secretario de Estado, Mike Pompeo, coincidió con esas apreciaciones: "La política de Estados Unidos hacia Venezuela permanece sin cambios", afirmó en un comunicado.

"Hasta que Maduro permita elecciones libres y justas, seguirá enfrentando sanciones punitivas", dijo el senador Marco Rubio, presidente del subcomité de Relaciones Exteriores del Senado para el Hemisferio Occidental, quien antes aseguró que la liberación había sido "incondicional".

Caracas había dicho anteriormente que la liberación de Holt buscaba un acercamiento con Washington. "Este es un gesto que enaltece a nuestro presidente (...) y que esperamos sea leído por esos factores que de manera permanente promueven la agresión y la violencia contra Venezuela como una intención profunda de búsqueda de paz", declaró el ministro de Comunicación venezolano, Jorge Rodríguez.

Estados Unidos impuso en 2015 las primeras sanciones contra funcionarios venezolanos, que se fueron endureciendo desde agosto pasado y afectan actualmente a unas 70 personas y a una treintena de entidades, entre ellas la estatal petrolera PDVSA. Las últimas medidas fueron repudiadas por Maduro y resultaron en la expulsión mutua esta semana de los máximos representantes diplomáticos de ambos países, que no intercambian embajadores desde 2010.