Nicolás Maduro volvió ayer a agitar los fantasmas de un complot que habría terminado con la muerte del ex presidente Hugo Chávez. El sucesor del líder bolivariano, favorito según las encuestas, aseguró que si gana las elecciones del 14 de abril conformará una comisión especial de científicos para estudiar la supuesta inoculación del cáncer al ex líder bolivariano. “En internet ya hay muchos artículos sobre esto. Sólo tienen que buscarlos. El imperio crea virus de este tipo para experimentar desde los años 40. Son métodos de guerra biológica, bacteriológica”, denunció el ex sindicalista y candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
En una corta campaña electoral, marcada por la reciente muerte de Chávez, Maduro lidera todas las encuestas y ya se prueba el traje de presidente, impulsado por la figura omnipresente del ex primer mandatario y por las denuncias sobre su supuesto magnicidio. Según los sondeos de Hinterlaces y Datanálisis, el chavismo lleva una ventaja de entre 15 y 18 puntos sobre Henrique Capriles, el candidato de la oposición.
La primera encuestadora sostiene que Maduro tiene un 53% de intención electoral, mientras que el líder de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) sólo cosecha el 35% de los votos. En tanto, Datanálisis evalúa que si las elecciones fueran mañana el ex canciller y vicepresidente obtendría el 49% de adhesión, mientras que el gobernador de Miranda aspiraría a un 34%.
Pese a los números negativos, en la oposición confían en revertir la tendencia. “Las encuestas que se difundieron se hicieron en los días posteriores a la muerte de Chávez. En cambio, aún no se realizaron sondeos desde que Capriles salió a la calle como candidato”, explicó a PERFIL Ismael García, legislador de la MUD.
Según analistas políticos venezolanos, la diferencia porcentual entre ambos dirigentes podría ser mayor que la de octubre del año pasado, cuando Chávez venció a Capriles por once puntos. Ese margen no significaría una fuga de votos al chavismo, sino que se daría porque habría mayor abstencionismo. En los últimos comicios presidenciales, ocho millones y medio de personas eligieron al comandante bolivariano, mientras que seis millones y medio optaron por el líder opositor.
Con la necesidad de mantener vivo el mito de Chávez, Maduro se refirió ayer a la denuncia que hizo el 5 de marzo, horas antes de la muerte del ex mandatario. Según el candidato del PSUV, “el Imperio”, en alusión a los Estados Unidos, pretendía “sacar a Chávez del camino de la revolución popular venezolana y latinoamericana”. Sin embargo, esa versión conspirativa aún no fue sustentada con documentos o análisis científicos. “Los enemigos de la patria nunca iban a ganarle una elección al comandante, y por golpe de Estado tampoco iban a poder. Chávez entregó su vida completa, se sacrificó, se consumió por la felicidad de su pueblo”, concluyó Maduro en su cruzada para quedarse el 14 de abril con la presidencia de Venezuela.
La carrera hacia el Palacio de Miraflores se convirtió en las últimas horas en una guerra abierta entre los dos candidatos, que no ahorraron descalificaciones. “Está obsesionado conmigo, de diez palabras que dice, nueve son mi nombre. Tiene una obsesión fatal. Duerme y sueña con mi nombre”, dijo ayer Maduro en un acto político con los trabajadores petroleros en el estado Anzoátegui, al noreste de Venezuela. El sucesor de Chávez acusó a Capriles de “hipócrita, fariseo y perverso”.
En tanto, Capriles respondió y llamó a Maduro “machista, mentiroso e incompetente”. “Te digo, Nicolás, Venezuela no va a tener un machista en la presidencia, que no respeta a las mujeres”, disparó el líder del antichavismo, que aspira a terminar con 14 años del chavismo en el poder. Además, comparó despectivamente la figura de Maduro y la de su antecesor. “No heredó nada de lo que el presidente Chávez le dejó. No le llega ni a los tobillos”, agregó Capriles, que corre desde atrás en una carrera difícil y adversa.