El gobierno de Javier Milei recibió un llamado de atención desde el corazón de Washington. El tradicional informe sobre derechos humanos en el mundo, publicado anualmente por el Departamento de Estado de Estados Unidos, expuso tres críticas a la gestión libertaria que, sin estridencias (a diferencia de gobiernos anteriores), funcionan como advertencias: el retroceso en políticas de memoria en función de la última dictadura, el avance sobre la libertad de prensa - sumado a la mención al "hostigamiento" de periodistas- y la represión contra manifestaciones sociales.
Aunque la Casa Blanca de Trump envió múltiples gestos simbólicos hacia Argentina —algunos interpretados como guiños a su “amigo Javier”, en palabras de Peter Lamelas, futuro embajador en Buenos Aires— el documento oficial difundido por el área del jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, ofrece una lectura menos complaciente del rumbo político local, marcado por el descontento social y las peripecias del equipo económico para cumplir con las exigencias de los organismos de crédito.
Las observaciones llegan en medio de una diplomacia de precisión quirúrgica por parte de la Cancillería argentina, que busca sellar una imagen política de alto impacto: Milei junto a Trump en la Casa Blanca. Desde su asunción, el libertario no logró un encuentro formal con el presidente estadounidense. Su última visita a Mar-a-Lago, a principios de año, terminó sin la foto deseada. Una "deuda" política que el canciller Gerardo Werthein intenta subsanar buscando una fecha para la cumbre bilateral antes de fin de año, que por el momento sigue siendo una incógnita.
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Memoria acallada: el cierre que inquieta a Washington
Uno de los aspectos más sensibles del informe es la política de memoria y justicia relacionada con la última dictadura militar. El informe estadounidense observa con preocupación el cierre de un área clave del Ministerio de Defensa, dispuesto en marzo de 2024, en el marco de las causas contra exrepresores.
"En marzo, el Ministerio de Defensa cerró el Equipo de Relevamiento Documental y Análisis de Archivos de las Fuerzas Armadas, que proporcionaba documentación e informes a los procesos judiciales sobre cadenas de mando y personal militar involucrado en acciones ilegales", sostiene el informe colgado en el sitio web del Departamento de Estado.
El texto destaca que el área fue una pieza fundamental para promover los juicios por crímenes de lesa humanidad, un modelo que convirtió a Argentina en país pionero en derechos humanos a nivel mundial. Y su cierre, en tanto, podría poner en riesgo la continuidad de las investigaciones judiciales.

Ataques a la prensa: transparencia bajo amenaza
La segunda línea de crítica tiene que ver con la libertad de prensa y el acceso a la información pública, dos pilares esenciales para la democracia liberal que promueve EEUU y que están bajo cuestionamiento del modelo mileísta. El informe señala un decreto emitido en septiembre de 2024 por el gobierno nacional, amparado en la Ley de Acceso a la Información Pública de 2016, que "otorgó al Poder Ejecutivo una mayor discrecionalidad para retener información, incluidos registros de visitas y reportes de gastos, y restringió el acceso a documentos en etapa de elaboración".
El impacto de esta medida fue inmediato y resonante. El informe menciona las organizaciones FOPEA - la entidad periodística que fue objeto de la furia libertaria en varias oportunidades- y ADEPA, por haber advertido sobre una “restricción significativa” en la transparencia estatal, alertando que se profundizaba una tendencia a la opacidad y el control informativo.
Pero el informe va más allá, enumerando una realidad que parece desmentir la retórica oficial sobre libertad y el derecho a la información. "Entre el 1 de enero y el 5 de septiembre, se registraron 108 incidentes de violencia y hostigamiento contra periodistas, incluyendo ataques físicos a redacciones". Especialmente preocupante es la situación en la ciudad de Rosario, Santa Fe, donde el informe destaca la influencia de grupos criminales que amedrentan y amenazan a la prensa.
Represión: un gobierno que responde con la fuerza
Otro de los ejes destacados del informe se centra en la respuesta estatal frente a las protestas y demandas sociales, una zona caliente para cualquier gobierno, pero especialmente para uno que se proclama defensor del “orden” y la “libertad” al mismo tiempo.
En este punto, el informe da cuenta de un hecho concreto que muestra un uso desproporcionado de la fuerza: "El 3 de septiembre, la policía utilizó la fuerza para desalojar a miembros del Sindicato de Trabajadores Judiciales que se habían declarado en paro en demanda de mejoras salariales, resultando en 15 heridos, incluido el secretario general del sindicato."
Pero la represión no se limita a episodios aislados. El gobierno, a través de decretos presidenciales, amplió la lista de servicios esenciales donde el derecho a huelga queda severamente limitado, como es el caso de la aviación civil, que debe garantizar un mínimo del 50% de los servicios durante las protestas. Aunque tribunales declararon inconstitucionales estas medidas, su sola promulgación fue interpretada en la línea de la restricción de la protesta.
El camino de Milei hacia la Casa Blanca

El informe del Departamento de Estado de EEUU sobre los derechos humanos (2024) se publicó el pasado 12 de agosto, en plena ofensiva diplomática del gobierno argentino para conseguir una reunión bilateral con Donald Trump, actualmente ocupado en influir en conflictos internacionales que incidan en su ansiada nominación al Premio Nobel de la Paz, tal como se verá en Alaska el viernes.
Con respecto a Milei, se especuló con un posible viaje presidencial en agosto o principios de septiembre, teniendo en mente también el show de su exnovia Fátima Florez, con quien tiene buena relación, previsto para el 5 de septiembre en Las Vegas. Hasta el momento, se sabe que Milei el 21 recibirá en Casa Rosada al mandatario ecuatoriano Daniel Noboa. Y que, por otro lado, Trump tiene agendado su viaje oficial al Reino Unido a mediados de septiembre, donde se alojará en el Palacio de Windsor, lo que reduce la ventana disponible.
La relación entre ambos presidentes está cimentada sobre una afinidad ideológica evidente: Milei se posiciona como el custodio del Cono Sur frente al avance de los BRICS, replica los discursos “anti-woke” de la alt-right estadounidense, respalda abiertamente a Netanyahu en Medio Oriente, y mantiene el silencio ante el ataque constante contra el presidente Lula da Silva y el sistema judicial brasileño. En Washington lo valoran como un aliado regional en términos discursivos, particularmente en la competencia con China, pero el informe de derechos humanos muestra otra cara del alineamiento.