INTERNACIONAL
Ni compras en Tijuana, ni surf en Baja California

México: la violencia empeora y cae el turismo de frontera

En enero, los asesinatos en Ciudad Juárez triplicaron a los de 2008. Mientras tanto, arrestaron a Santiago Meza López (foto), que disolvió en ácido centenares de cadáveres que le traían los narcos.

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| AFP

El número de muertes en México, especialmente en las ciudades aledañas a la frontera con Estados Unidos, donde operan los carteles de la droga, sigue en terrible ascenso. Por ejemplo en Ciudad Juárez, al otro lado de la localidad de El Paso, localidad de Texas, los asesinatos se triplicaron en el último mes comparado con el 2008. En enero de 2009 hubo casi 150 personas asesinadas (comparadas con 55 en enero del 2008), y en total el año pasado perdieron la vida casi 5.600 personas en todo México, siendo unos cuantos centenares de ellos policías, hombres del ejército y autoridades municipales. El ejército mexicano ha desplazado casi 35 mil efectivos para la lucha contra el narcotráfico.

En enero en Juárez ocurrió de todo, incluido víctimas que fueron dejadas en tachos de basura o por ejemplo el asesinato de cinco motociclistas el pasado 25 de enero que cenaban en un restaurante de mariscos. Ese mismo día también hubo otros once asesinatos.

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Pero el caso que sigue conmoviendo a todo México es el de Santiago Meza López, de 45 años, que fuera detenido hace una semana en Tijuana. El individuo llamado “el pozolero” ha reconocido a los agentes federales haber hecho desaparecer centenares de cadáveres que los narcos le entregaban para que él "los disuelva". Según explicó a las autoridades, Meza López habría arrojado los mismos a agua hirviente con ácido cáustico y hasta pidió perdón a los familiares de las víctimas por lo que hizo. El individuo arrestado reconoció que le pagaban unos 600 dólares por semana por su “trabajo” y aclaró que siempre le llegaban cuerpos baleados.

Las autoridades han dicho que Meza es una importante pieza que operaba en el cartel de Tijuana y que muchos de los muertos son parte de una lucha armada entre carteles de la droga y la competencia por zonas para operar, especialmente corredores que dan acceso a Estados Unidos.

Pero esta guerra ahora ya tiene otros matices y efectos secundarios. El turismo a ciertas partes de México desde Estados Unidos ha bajado notablemente debido a esta situación. Ya nadie cruza de San Diego a Tijuana para visitar la ciudad y recorrer los negocios dedicados a los turistas, que han ido cerrando en los últimos tiempos. Tampoco van los norteamericanos a surfear a las costas de Baja California como solían hacerlo. La situación es preocupante e inclusive el Peso Mexicano se ha devaluado casi un 30 % desde agosto, no solo por la baja de turismo sino también por la crisis financiera mundial. Esto ayuda a México en su exportaciones a Estados Unidos, pero no son pocas las empresas norteamericanas que están preocupadas por su personal que viaja al otro lado de la frontera en aspectos de coordinación o entrenamiento a los establecimientos fabriles llamados “maquiladoras” que fabrican muchos productos para los consumidores norteamericanos.

Si bien Estados Unidos ha provisto entrenamiento y ayuda para luchar contra el narcotráfico a su vecino país, el Departamento de Estado ha puesto medidas de alerta para los que quieran viajar a la frontera con México e inclusive a los militares no se los deja cruzar la misma por el momento, excepto que sea por una urgencia, ya que recordemos que muchos son latinos y tienen familiares al otro lado de Estados Unidos.

 

* Especial para Perfil.com