INTERNACIONAL
acusado de corrupción

Netanyahu llegará como primer ministro a su cita con la Justicia

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Triunfo. Un cantante y militantes del Likud festejan la victoria del premier, que tal vez no le alcance. | afp

Con su victoria parcial en las elecciones generales en Israel, en las que, sin embargo, no consiguió una mayoría absoluta, Benjamin Netanyahu ganó tiempo, a la espera de enfrentar el 17 de marzo un juicio por corrupción, malversación de fondos y abuso de confianza. Ese día, en el que el presidente Reuven Rivlin comunicará a quién le encarga la formación del nuevo gobierno, el líder del Likud ingresará a los tribunales como primer ministro en funciones y el más votado en los últimos comicios.

Pese a que se esté preparando para enfrentar a la Justicia por corrupción en menos de dos semanas, la coalición derechista liderada por el Likud, obtuvo 235 mil votos más que en las últimas elecciones. Con esto, logró por lo menos 58 de los 120 bancas del Parlamento, mientras la formación centrista Azul y Blanco de la némesis del premier, el general Benny Gantz, cosechó 53.

Netanyahu, quien lidera un gobierno de transición luego que ningún partido alcanzó mayoría en las votaciones de abril y septiembre, ahora lucha contra reloj para alcanzar los 61 escaños necesarios para formar gobierno antes de su juicio. El objetivo del premier, quien ya lleva 14 años en el cargo, es aprobar una ley retroactiva que le garantice inmunidad.

El profesor argentino-israelí de la Universidad Hebrea de Israel, Arie Kacowicz, explicó a PERFIL que “comparado con las dos campañas anteriores, Netanyahu se está jugando probablemente no solo su supervivencia política, sino quizás también su libertad”.

Proyecto. Mientras, la oposición intenta aprobar otra ley, que puede perjudicar a Netanyahu. A fin de evitar que el actual premier sea el elegido por el presidente, Gantz propuso una ley que prohíbe que ciudadanos indiciados se postulen a cargos públicos.

Gantz planteó la ley por primera vez tras las elecciones de septiembre, pero el proyecto ganó fuerza después que el líder del partido secular-nacionalista Yisrael Beiteinu, Avigdor Lieberman, anunció el jueves que apoyaría la ley.

Netanyahu argumentó que su oponente busca socavar la democracia y desafiar la voluntad del público. “Gantz perdió y ahora quiere robarse la elección”, dijo el premier a sus apoyadores derechistas.

La ley vigente no impide a un primer ministro acusado penalmente permanecer en su puesto.

Dulce victoria. La madrugada del martes, Netanyahu salió al centro de Tel Aviv para agradecer a su partido y a sus seguidores por el triunfo, que describió como “más dulce y más grande que en 1996”.

“Es un triunfo que se consiguió contra todos los pronósticos, ya nos habían dado por derrotados, dijeron que se terminó la época de Netanyahu, pero logramos dar vuelta todo,” dijo el premier, agregando que será “el primer ministro de todo el pueblo de Israel. Es hora de formar gobierno y de terminar con tantas elecciones. Es hora de terminar con todas las divisiones, es hora de unirnos.”

El politólogo Yonatan Freeman, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, reconoce que esta victoria fue especial para Netanyahu, ya que “el juicio pendiente ha llevado más gente a votar por Netanyahu por primera vez, y más partidarios de Netanyahu estén motivados para salir a votar”.

“Quienes votaron por primera vez por Netanyahu podrían haber sido aquellos que buscaban votar en contra de lo que se denominan las ‘élites’ del país, como los medios de comunicación, el sistema judicial y similares, grupos que representan a una minoría de personas”, explicó el profesor. “Algunos votaron por Netanyahu no porque lo apoyan, sino porque están en contra de aquellos que atacan a Netanyahu.”

Kacowicz coincide que “paradójicamente, la situación judicial de Netanyahu lo benefició”.

“En esta tercera campaña Netanyahu eligió la pose de líder que sabe hacer todo y es prácticamente ‘Dios en las alturas’, alguien a quien no se puede reemplazar”, concluyó el internacionalista.