Los talibanes, grupo extremista que volvió al poder en Afganistán, colgaron un cadáver de una grúa estacionada en una plaza en lo que representa un mensaje de advertencia para quienes violen las reglas.
Según informó la agencia Associated Press, los funcionarios talibanes inicialmente llevaron cuatro cuerpos a la plaza central en la ciudad occidental de Herat, y posteriormente trasladaron tres de ellos a otras partes de la ciudad para su exhibición pública.
Wazir Ahmad Seddiqi, dueño de una farmacia al costado de la plaza de Herat, explicó que los cuatro cuerpos, que habrían sido capturados durante un intento de secuestro de un comerciante y un civil. Los cuatro ajusticiados los mantenían cautivo en un área cercana.
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Según Maulwai Shair Ahmad Emar, vicegobernador talibán de Herat, los combatientes talibanes habían seguido a los presuntos secuestradores y los habían matado a todos en un tiroteo.
La policía cerró las rutas fuera de la ciudad y los talibanes detuvieron a unos hombres en un puesto de control, donde “se produjo un tiroteo”, dijo el vicegoberador a la agencia AFP.
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“Para que sea una lección para otros secuestradores (...), los colgamos en las plazas de la ciudad y dejamos claro a todos que todo el que robe o secuestre o haga alguna acción contra nuestro pueblo será castigado”, señaló también a la agencia.
“El objetivo de esta acción es alertar a todos los delincuentes de que no están a salvo”, dijo a la agencia un comandante talibán que no se identificó en una entrevista en cámara realizada en la plaza.
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Las imágenes publicadas en las redes sociales mostraban cuerpos ensangrentados en la parte trasera de una camioneta mientras una grúa levantaba a un hombre. Una multitud de personas observó cómo los combatientes talibanes armados se reunían alrededor del vehículo.
Otro video mostraba a un hombre suspendido de una grúa en una rotonda importante de Herat con un cartel en el pecho que decía: "Los secuestradores serán castigados de esta manera".
La exhibición en varias plazas de la ciudad es el castigo público de mayor notoriedad desde que los talibanes llegaron al poder el mes pasado y es una señal de que los islamistas de la línea dura adoptarán medidas temibles en consonancia con su anterior gobierno de 1996 a 2001.
En los últimos días, uno de los líderes talibanes había anunciado el regreso de las ejecuciones y las amputaciones de manos, encabezados por el ultraconservador mulá Nooruddin Turabi.
El anciano, quien fuera uno de los fundadores del movimiento y principal autor de la dura interpretación de la ley islámica, cuando estaban en el poder en la década de 1990, dijo que se estaba pensando restablecer las ejecuciones o amputaciones para castigar determinados delitos.
ds