INTERNACIONAL
La guerra por otros medios

Para Israel, Eurovision es también un campo de batalla

Ya está todo listo para un nuevo capítulo del excéntrico festival musical Eurovision, que en mayo desde Suecia atraerá a millones de televidentes. Como suele ocurrir, no se trata solamente de arte: organizaciones y artistas pro-palestinos quieren expulsar a Israel, pero -por ahora- la representante de Jerusalén dirá presente, y con una canción en hebreo.

Eurovision 1 Eden Golan
Eden Golan, la representante de Israel para Eurovision 2024 | Eurovision

La guerra en la Franja de Gaza no es solamente los rehenes todavía en manos de los terroristas de Hamas o los bombardeos israelíes sobre Khan Younis: también se pelea en otros frentes, a veces a miles de kilómetros de Medio Oriente. Así se ve, por ejemplo, con el zafarrancho diplomático provocado en estos días por el presidente Lula de Brasil desde Etiopía, la presentación sudafricana ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya o los numerosos casos de antisemitismo en las grandes universidades de Estados Unidos. 

Con Israel vulnerable desde el ataque terrorista del 7 de octubre del año pasado, cuando Hamas masacró a 1200 personas en el sur del país y se llevó decenas de rehenes civiles, entre ellos ancianos y niños, muchos grupos y líderes pro-palestinos están buscando pegar debajo del cinturón. A veces las razones son puntuales, como la venganza de Lula por la cálida relación entre Jair Bolsonaro e Israel, y otras más orgánicas, como las que mueven a las organizaciones que impulsan el boicot cultural, económico o de lo que sea contra el estado judío

Como no podía ser de otra manera, el festival musical de Eurovision es una de estas batallas que se combaten lejos del territorio de Gaza. El certamen no es tan conocido fuera de la región de Europa y el Mediterráneo, pero en estos países es un verdadero furor cada año y motivo de orgullo nacional. Arrancó en 1956 con el objetivo de regenerar un poco de amor entre los europeos después de la Segunda Guerra Mundial, pero con el paso del tiempo se extendió a otras naciones y se hizo un poco más global y bastante más bizarro, atrayendo a millones de espectadores cada año. 

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Eurovision 2
Así se verá el escenario del Malmö Arena para la final de Eurovision

En mayo es el turno del Eurovision 2024 en la ciudad sueca de Malmö. Y a las organizaciones anti-israelíes se les hace agua la boca: ¿cómo lograr que se le prohíba la participación en el concurso?

Hay un antecedente muy cercano: Rusia iba a participar del Eurovision del 2022 en Turín, Italia, pero la invasión de Ucrania por parte de las tropas de Moscú en febrero de ese año provocó un drástico cambio de planes. Rusia fue expulsada (y sigue suspendida) y los enviados de Kiev, el grupo Kalush, se quedaron con el primer premio, gracias al televoto del público.  

Pero en el caso de este año es más complicado. Para empezar, la Unión Europea de Radiodifusión (conocida como EBU, por su sigla en inglés) ya anunció oficialmente que no hay razón para que Israel no mande a su representante a Suecia. La EBU nuclea a las emisoras públicas de la región y la israelí, la cadena Kan, se sumó a la EBU en 1957, cuando era todavía la Autoridad de Radiodifusión de Israel. 

Otros países no europeos, como Australia, participan de Eurovision, pero Israel fue el primero en hacerlo, en 1973. Y cinco años después, en el Eurovision 1978 de París, ganó su primera corona con la canción A-Ba-Ni-Bi, interpretada por Izhar Cohen y Alphabeta. Desde entonces, el festival se convirtió en una locura nacional como en la mayoría de las naciones europeas. 

Artistas israelíes se quedaron con otros tres triunfos en el concurso: Milk and Honey con Hallelujah en Jerusalén 1979, Dana International con Diva en Birmingham 1998, cuando se convirtió en la primera ganadora transgénero de la historia del festival, y Netta Barzilai con Toy en Lisboa 2018. El año pasado, para Liverpool 2023, Israel mandó artillería pesada, la joven estrella Noa Kirel, que quedó tercera. 

Para Malmö, los israelíes eligieron a través de un reality televisivo a una extraña opción, Eden Golan, nacida hace veinte años en Kfar Saba, cerca de Tel Aviv, pero criada en Rusia, adonde vivió hasta hace poco, antes de volver al país.

Los reclamos para la prohibición de Israel en el certamen ya venían resonando, pero ahora tienen nombre y apellido. Y uno de los primeros en apuntar fue el inefable Roger Waters, el ex bajista de Pink Floyd con una rara y exclusiva obsesión con el estado judío. El músico inglés salió a X, la red social antes conocida como Twitter para disparar doble: contra Golan y contra Bono, el líder de U2. 

Al parecer, Waters detestaba a Bono por aparecer a menudo en las reuniones de los jefes de las grandes corporaciones del Foro de Davos y por no ser lo suficientemente anti-capitalista. Para peor, el cantante irlandés expresó de manera muy emotiva su dolor por los chicos y las chicas muertas en el festival musical Supernova, en el sur de Israel, durante la matanza perpetrada por Hamas. 

"Si Eurovision no excluye a Israel de Malmö y Eden Golan no se retira –escribió Waters en X a mediados de febrero-, su nombre vivirá en la infamia para siempre junto a Bono y el resto de los negacionistas del genocidio" que supuestamente sufren los palestinos. Eso sí, el octogenario bajista se permitió cerrar su dramático mensaje con un toque de humor, y firmó la publicación: "con amor, R." (por Roger).

Esta semana desde Finlandia, uno de los países donde surgieron más voces contra la participación de Israel en el Eurovision 2024, la emisora pública Yle aseguró que su representante canoro, el extravagante duo Windows95man, no faltará a Malmö. 

 "Esperamos que la situación en Medio Oriente se resuelva lo antes posible", dijo la emisora pública de Finlandia 

En un comunicado, la emisora dijo que decidió "respetar el parecer" de la EBU sobre la luz verde para que Kan y Eden Golan estén en el festival. "Entendemos que existen varias perspectivas justificadas relacionadas con este tema" y "esperamos que la situación en Medio Oriente se resuelva lo antes posible", señalaron desde Helsinki. 

Así quedó en el camino una petición difundida en enero por unos 1.400 músicos y profesionales de la industria finlandeses, en la que pedían que se prohíba a Israel participar en el concurso a causa de la guerra en curso en Gaza y sugerían que, en caso contrario, Yle debería boicotear el certamen.

Eurovision 4 Gåte
Gåte, representando a Noruega, a pesar de todo

Los miembros del número musical que representará a Noruega, el grupo Gåte, también habían hecho declaraciones en este terreno.

Todos en la banda "estamos de acuerdo en que la participación de Israel es algo problemática en toda esta situación" causada por la guerra en Gaza, dijo el cantante de Gåte, Gunnhild Sundli, según el cual el estado de las cosas en el enclave palestino es "extremadamente insoportable". En caso de ganar la nominación para llevar la bandera noruega a Malmö, había dicho Sundli, "necesitaremos algo de tiempo para decidir qué es lo mejor". El tiempo pasó y la banda decidió que sí, que cantarán su tema Ulveham en el concurso, a pesar de todo.  

Un evento musical apolítico

Por ahora, frente al enojo nórdico, va ganando la posición de la EBU, expresada en un comunicado que a mitad de febrero firmó el director general de la organización, Noel Curran. El festival, señaló, "es un evento musical apolítico y una competencia entre emisoras de servicio público que son miembros de la EBU". El directivo contó que los órganos rectores de la asociación "revisaron la lista de participantes" para la cita de mayo de este año en Suecia y estuvieron de acuerdo en que "la emisora pública israelí Kan cumple con todas las reglas del concurso y puede participar, como lo ha hecho durante los últimos cincuenta años".

Pocos días antes se había conocido una carta pública firmada por más de cuatrocientos artistas y ejecutivos de Hollywood apoyando la presencia de Israel en Malmö. "Israel está librando una guerra contra un grupo terrorista designado por la Unión Europea" que, el 7 de octubre del 2023, "masacró a más de 1.200 personas", recordó la carta, difundida en el sitio del grupo Creative Community for Peace.

El conflicto, añadió el documento, "no es una guerra que Israel quisiera o iniciara". Por ello, "castigar a Israel" con una cancelación de su participación en Eurovision sería "una inversión de la justicia", afirmaron los signatarios, entre ellos Helen Mirren, Jennifer Jason Leigh, Liev Schreiber y Debra Messing.

"Aquellos que abogan por excluir a un cantante israelí de Eurovision -resumió por su parte el bajista de Kiss, Gene Simmons- no mueven la aguja hacia la paz, sino que solo dividen aún más al mundo".

Eden Golan tiene turno para la primera semifinal de Eurovision el 8 de mayo próximo, en el segundo turno de esa instancia clasificatoria. De los treinta y un países que tomarán parte en esos dos eventos, veinte pasarán a la gran final del 11 de mayo, adonde llegan de manera directa Suecia, por ser anfitriona, y los "cinco grandes" de la historia del concurso: Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña y España.

En estos días se conocerá la canción que cantará Eden. Por ahora se sabe que tendrá letra en hebreo, rompiendo con una tradición general de concursar con temas en inglés (que, en el caso de alcanzar impacto en el festival, se supone que tienen más chances de hacerse globales). Esta semana, el portal israelí de noticias Walla reveló que la canción que se perfila como la elegida tendrá un título peleador: "Lluvia de octubre", una clara referencia al ataque del 7/10.

 

 

Gi