En su tradicional mensaje de Pascuas, el papa Francisco se refirió hoy, en el marco de la bendición de Pascuas, a la situación de crisis que atraviesan dos países del continente americano: Venezuela y Nicaragua. En cuanto a lo que sucede en la nación sudamericana, el obispo de Roma pidió que se ponga fin "a las injusticias sociales, los abusos y la violencia". El pontífice afirmó que piensa en el pueblo de Venezuela, donde hay "tantas personas carentes de las condiciones mínimas para llevar una vida digna y segura, debido a una crisis que continúa y se agrava".
Por la mañana, el Papa ofició la misa de Pascua en la plaza de San Pedro -el momento litúrgico más importante de la tradición cristiana, que evoca la resurrección de Cristo-, y luego saludó a la multitud. A mediodía, desde la loggia de la basílica, pronunció su mensaje de Pascua, donde aludió a las diversas partes del mundo marcadas por la violencia.
En relación a lo que sucede en territorio nicaragüense, Francisco solicitó una solución "pacífica y negociada". Asimismo recordó a los latinoamericanos que "sufren las consecuencias de situaciones políticas y económicas difíciles". "Que el Señor conceda a quienes tienen responsabilidades políticas trabajar para poner fin a las injusticias sociales, a los abusos y a la violencia, y para tomar medidas concretas que permitan sanar las divisiones y dar a la población la ayuda que necesita", pidió.
Francisco llamó también a hallar soluciones pacíficas para que "las armas cesen de ensangrentar Libia" y para "favorecer el retorno" de los refugiados en Siria. También instó a una "reconciliación" en Sudán del Sur. "Que se abra una nueva página en la historia del país, en la que todos los actores políticos, sociales y religiosos se comprometan activamente por el bien común y la reconciliación de la nación", reclamó el Papa, en relación a la situación sursudanesa.
Horror en Sri Lanka: una serie de atentados en iglesias y hoteles deja 207 muertos
Sri Lanka. Luego de enterarse de los atentados en el país asiático, Francisco envió un mensaje a la población que sufrió los graves ataques: "Deseo manifestar mi afectuosa cercanía a la comunidad cristiana, golpeada mientras estaba recogida y en oración, y a todas las víctimas de una violencia tan cruel. Confío al Señor a aquellos que desaparecieron trágicamente y rezo por los heridos y todos aquellos que sufren a causa de este dramático suceso".
Por el momento, los atentados de Sri Lanka han dejado un saldo de 207 muertos, aunque no se descarta que haya más víctimas fatales, dada la cantidad de personas heridas, luego de que los ataques terroristas contra iglesias y hoteles.
JPA/H.B