Pese al enfrentamiento con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Uruguay confirmó esta semana que está decidido a impulsar y aumentar la producción de sus papeleras. Con el inicio de la producción de Montes del Plata, José “Pepe” Mujica apuesta por la pasta de celulosa, como parte de una política de Estado que busca industrializar el país y robustecer su economía. La dirigencia oriental califica como una “intromisión” la postura argentina de rechazar los dos complejos que están en funcionamiento. Y además, adelantó que se construirá una tercera planta y que avanzará hacia la producción de papel, en lo que sería un paso más en la cadena productiva de ese insumo.
El vuelco de Uruguay hacia las pasteras comenzó mucho antes de que el Frente Amplio llegara al poder. “Las plantas son importantes porque forman parte de una política de desarrollo a largo plazo, que a partir del año 1987, con la aprobación de la Ley Forestal, apuntó a desarrollar toda esta cadena productiva. Luego de tener la materia prima en cantidades y calidades competitivas, ha venido el avance de las siguientes etapas productivas con mayor valor agregado y la industrialización”, explicó a PERFIL Javier Bentura, miembro de la Cámara de Industrias de Uruguay. Ahora, el gobierno de Mujica está decidido a consolidar ese camino. “La elaboración de la pasta de celulosa le genera al país un aumento considerable de sus ingresos. Además, tanto UPM como Montes del Plata están generando energía a través de plantas de biomasa, que permiten atender un importante grado de electrificación de ciudades del interior”, indicó a este diario Víctor Semproni, diputado del Frente Amplio. El dirigente, ex guerrillero tupamaro –al igual que Mujica–, calificó al canciller Héctor Timerman como un “esquizofrénico que tendría que estar en tratamiento psiquiátrico”. “El dice algo muy grave: ‘Vamos a cortar el diálogo y revisar todos los acuerdos’. Es un poco demencial. Es un especialista en armar líos”, agregó, al tiempo que desvinculó de esa apreciación a la Presidenta y al pueblo argentino. Montes del Plata sumará 844 millones de dólares anuales al Producto Bruto Interno (PBI), alrededor del 1,4% de la riqueza del país vecino. El emprendimiento de la sueco-finlandesa Stora Enso y la chilena Arauco producirá 1,3 millón de toneladas anuales de celulosa, la misma cantidad que la ex Botnia. Además, generará 5 mil puestos de trabajo.
Según anunció el gobierno uruguayo, UPM construirá una tercera planta, que no compartirá aguas territoriales con la Argentina, ya que estaría ubicada en el noreste del país. El nuevo complejo sería más grande que los dos anteriores y confirmaría la apuesta económica de la dirigencia oriental por la industria de la celulosa. Una decisión cocinada a fuego lento y que no reparó en las quejas que hay al otro lado del río.