INTERNACIONAL
DESAFÍO GLOBAL

Entre la manipulación y la guerra: qué hacer con la desinformación, el mayor desafío para la estabilidad global

La Legislatura porteña fue la sede de la Conferencia sobre Desinformación, organizada por embajadas "occidentales" en el país. Se discutió el impacto de la inteligencia artificial en la creación de información falsa y su uso como arma blanda.

Foro de Desinformación 2024 en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires
Foro de Desinformación 2024 en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires | Pablo Cuarterolo

En la era de la información y la hiperconectividad, la desinformación se convirtió en un elemento más para hacer la guerra entre actores internacionales (sean estatales o no) en el ciberespacio, además de socavar la estabilidad de un orden global que está cambiando más rápido de lo que podemos percibir.

La difusión de internet y las redes sociales habilitaron el acceso a contenido ilimitado que se difuminó sin distinciones de calidad, fiabilidad ni intermediarios. Lo que al principio era algo mayormente positivo, con el tiempo también se convirtió en una potencial amenaza a partir de la manipulación de la información de manera estratégica para torcer voluntades políticas en elecciones o hasta modificar la opinión pública sobre un tema en particular.

Desde el uso inteligencia artificial generativa, pasando por las granjas de bots o las campañas de noticias falsas, el avance de las herramientas tecnológicas presentan desafíos a todos los países más allá de la forma de gobierno. Tanto que su uso estratégico -y hasta malicioso- puede tener consecuencias impredecibles en medio de una escalada bélica inédita desde el final de la Guerra Fría, marcado por la guerra en Ucrania y en Medio Oriente.

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Foro de Desinformación 2024 en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires
Foro de Desinformación 2024 en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires

Por tratarse de un tema de seguridad internacional, la lucha contra la desinformación escaló a las altas esferas del poder en todos los países. Tanto que motivó la organización de la "Conferencia de desinformación en el contexto internacional actual", una jornada intensiva organizada por embajadas de aliados occidentales en Buenos Aires, y que fue llevada a cabo este viernes 19 de abril en el Salón Blanco de la Legislatura porteña. 

"Existe una necesidad de poner este tema en la agenda de todos. Vivimos en un mundo hiperconectado. Antes elegíamos a qué exponernos para buscar información pero ahora nos cuesta el triple saber si la información es cierta o estamos ante campaña de noticias falsas", dijo Matías López, vicepresidente 1° de la Legislatura porteña, que fue encargado de dar inicio a la convocatoria.

El encuentro tuvo una fuerte impronta geopolítica, en línea con el planteo de la desinformación como una especie de arma blanda para hacer la guerra. Más aún considerando a los organizadores: Polonia, Estados Unidos, Ucrania, la Unión Europea y Reino Unido, que coinciden en la denuncia contra las prácticas de los estados "rebeldes" que atentan contra el orden establecido, como Rusia, Corea del Norte e Irán.

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Según esa línea, no solo utilizan la desinformación como "un elemento de poder político" sino que se están convirtiendo en una especie de alianza global. En el grupo también hay quienes incluyeron a Venezuela y Nicaragua. Pero también a China, según las declaraciones de James Rubin, el último enviado especial del gobierno estadounidense a suelo argentino, por la presunta colaboración de Beijing con el régimen de Vladimir Putin en materia de manipulación de la información. 

"Si Rusia dice que EE.UU. tiene armas biológicas en Ucrania es una desinformación. Hay que proveer información transparente a la gente y minimizar la estrategia de China, Irán y Rusia para proteger nuestra libertad y nuestra democracia", señaló Rubin, el diplomático estadounidense y coordinador del Centro del Departamento de Estado para la Participación Global que viajó especialmente al país para participar del encuentro sobre la desinformación. "Sin reglas la inteligencia artificial será un terrible riesgo", advirtió.

El puntapié de la jornada quedó en manos de la embajadora de Polonia, Aleksandra Piatkowska, los embajadores Marc Stanley (Estados Unidos), Yuri Klymenko (Ucrania) y Amador Sánchez Rico (Unión Europea); Bhavna Sharma, subjefa de Misión de la embajada de Reino Unido, y del lado argentino Marcia Rosa Levaggi, subsecretaria de Política Exterior del Ministerio de Relacione Exteriores.

Foro de Desinformación 2024 en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires

Como denominador común estuvo la inteligencia artificial y su capacidad de aumentar rápidamente en sofisticación, alcance y volumen, permitiendo que países puedan interferir en los asuntos internos de otros. "Para los actores maliciosos es más fácil y rápido económico manipular la información y tiene el potencial de dañar a nivel mundial la confianza pública en la información y las instituciones democráticas", apuntó la diplomática británica.

"La desinformación es una amenaza real para la democracia. No son solo noticias falsas estamos hablando de campañas muy sofisticadas. Busca socavar nuestra manera de vivir", dijo el representante de la UE, al tiempo que su par ucraniano denunció: "Rusia ha convertido la información en un arma. La desinformación es parte de los esfuerzos militares con el objetivo dedebilitar el apoyo a Ucrania".

Por su parte, el embajador estadounidense se mostró un poco más optimista frente al "tsunami" que se viene en relación al alcance de las campañas de desinformación. "Tenemos una gran oportunidad de aprender lecciones", dijo Marc Stanley, además de resaltar la posibilidad de trazar alianzas para exponer la desinformación.

Foro de Desinformación 2024 en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires
El diplomático estadounidense James Rubin.

Qué hacer con la desinformación

Una seguidilla de expertos en el tema dieron sus visiones sobre la desinformación e hicieron hincapié en la cooperación internacional para combatir la desinformación. La intención apunta a atacar "el origen" de la información, y no el contenido en sí, ya que de lo contrario iría en contra de la libertad de expresión, uno de los valores fundamentales de las democracias liberales.

El tema, además, cobra particular relevancia a modo de preparar el terreno de manera preventiva ante dos eventos que serán seguidos de cerca por la opinión pública mundial y podrían ser escenarios de fuerte desinformación: las elecciones europeas y las de Estados Unidos.

"Existe una nueva tendencia que es la contratación de empresas privadas que usan la desinformación para manipular elecciones y distorsionar el discurso cívico", opinó Aude Maio-Coliche, directora de comunicación estratégica de la UE, algo que ya tiene como precedente el escándalo de Cambridge Analytics en 2015 durante la campaña de Donald Trump.

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El bloque europeo, en tanto, es el único que implementó regulaciones contra las campañas de información falsa que pueden tener consecuencias directas en la sociedad que van más allá de la polarización política y la influencia en la opinión pública, quizás dos de los temas que más se relacionan con las campañas de desinformación en distintos países.

Paula Rejkiewicz, diplomática y jefa de comunicación estratégica de la cancillería polaca, habló de las implicancias en salud que tuvo la proliferación de información falsa sobre un ataque nuclear en el marco de la guerra en Ucrania. "Tuvo un impacto directo en la seguridad. La gente fue a comprar pastillas contra la radiación de manera preventiva, lo que sin supervisión puede ser tóxico", contó.

A modo preventivo, además de la "coalición contra la desinformación" propuesta por Estados Unidos, sumaron otras estrategias como la inversión en educación, y la creación de mecanismos que se apliquen a las redes sociales y buscadores para advertir a la población en caso de que esté a punto de compartir contenido que no fue verificado.

 

Gi