El presidente estadounidense Donald Trump anunció este domingo que el escurridizo líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Baghdadi, murió "como un perro" en una audaz operación nocturna de las fuerzas especiales de Estados Unidos en el noroeste de Siria. El mandatario detalló que las fuerzas estadounidenses mataron a un "gran número" de militantes del EI y acorralaron a Bagdadi en un túnel, donde éste detonó un chaleco suicida.
"Él detonó el chaleco y se suicidó", dijo Trump. "Murió después de encontrarse en un túnel sin salida, gimiendo y llorando y gritando todo el tiempo", agregó el mandatario, que detalló que tres de los hijos de Bagdadi murieron en la explosión. El tiroteo fue intenso y hubo "muchas explosiones" contó Trump que indicó que ninguno de sus comandos fue herido. La única víctima estadounidense fue un perro militar en el túnel.
Se trata, sin embargo, de la enésima vez que la Casa Blanca anuncia la muerte del califa. Al Baghdadi, cuyo nombre real era Awwad al Badri, nació en en 1971 en Samarra -Irak- ciudad emblema de los chiítas, y creció en Bagdad, donde vivió hasta 2004 con dos esposas y seis hijos. En 2003, durante la invasión anglo-estadounidense de Irak, Awwad, entonces de 32 años, formó un pequeño grupo armado y se unió a las formaciones yihadistas. En 2004 terminó en las manos de soldados estadounidenses y fue encarcelado en Bagdad.
El heredero de Osama Bin Laden
Tras quedar libre se acercó a Al Qaeda en Irak, que se transformó en el Estado Islámico (ISIS) de Irak. Cuando murió el líder Abu Omar al Baghdadi, el 18 de abril de 2010, los líderes del grupo lo nombraron en su lugar, y tomó el nombre de Abu Bakr. Un mes más tarde, el 16 de mayo, anunció la alianza con Al Qaeda, liderada por Ayman al Zawahiri. Pero poco después comenzó a desafiar la autoridad del médico egipcio, sucesor de Osama Bin Laden (asesinado en 2011).
Con el resurgimiento de la guerra siria en 2013 y con el retiro de gran parte de las tropas gubernamentales de Damasco del norte y del este de Siria, los hombres de Al Baghdadi atravesaron el Eufrates fácilmente y tomaron Raqqa, luego Mosul, la segunda ciudad importante de Irak, que cayó en junio de 2014. A partir de entonces, el Estado Islámico comenzó a sembrar el terror hasta llegar a Europa. París, Bruselas, Niza, Berlín, Manchester y Barcelona son solo algunos de los lugares en los que los yihadistas asesinaron.
Los atentados, dirigidos contra civiles, fueron realizados por comandos del Estado Islámico, como en el caso del teatro Bataclan de París (en noviembre de 2015), o por jóvenes seguidores de la retórica de Al Baghdadi, los llamados "lobos solitarios". Baghdadi, sin embargo, siguió siendo "la cabeza de la serpiente" a la que Occidente comenzó a perseguir e incluso fue dado por muerto varias veces. Una vez en un ataque aéreo iraquí, en uno en territorio sirio y otro en un hospital israelí en el Golán.
Incluso los estadounidenses en un cierto punto pensaron que habían dado en el blanco y afirmaron haber atacado su convoy cerca de Mosul, pero no lograron confirmar su muerte. El mismo discurso tuvieron los rusos, que dijeron haberlo asesinado en un ataque cerca de Raqqa. Era junio de 2016. Poco más de un año después, incluso, se difundió un nuevo audio en el que el Califa incitaba a sus seguidores a continuar la "guerra santa".
Ahora están "100% seguros” de que murió
El secretario de Defensa de Trump, Mark Esper, dijo en un comunicado que este es "un gran día para Estados Unidos y un gran día para el mundo". Según declaró a CNN, el equipo que ejecutó la misión tiene la confirmación visual y el ADN de la identidad de su objetivo. El asesor de seguridad nacional de Trump, Robert O'Brien, por su parte, detalló: "El comandante de la misión llamó y dijo '100 por ciento seguro' que Baghdadi estaba muerto".
Pero aunque la "cabeza de la serpiente" fue cortada, la amenaza no terminó, por el contrario. El Estado Islámico (ISIS) está vivo y permanece presente y peligroso con células clandestinas activas principalmente entre Siria e Irak, desde el Mediterráneo hasta la Mesopotamia. Tanto en Siria como en Irak, pequeños grupos de guerrilleros realizan ataques sangrientos en puntos de control e infligen ataques con coches bomba y ataques suicidas. Al este y al oeste de la frontera sirio-iraquí, ISIS también goza de una relativa legitimidad por parte de algunos sectores de las comunidades locales, árabes y sunitas.
D.S.