Rob O'Neill, exmiembro del comando de élite de la Marina especial estadounidense Navy Seal, confesó al diario The Washington Post que fue él quien disparó en la frente de Bin Laden en su escondite de Abbottabad, Pakistán, el 2 de mayo de 2011.
El marine, de 38 años, y actual conferencista, explicó que fue “el tirador” del operativo en el que abatieron al exlíder de Al-Qaeda y aclaró como sucedió el momento de la irrupción al escondite.
O’Neil contó que durante “no creía que fuera a sobrevivir" y explicó que no se considera un “héroe” como todos aseguran. "No permanecemos indiferentes a nuestros valores fundamentales a cambio de notoriedad pública o ganancia financiera", aseguró.
El fin de Bin Laden. Tiempo atrás, en una entrevista anónima, el exmilitar había relatado cómo fue la incursión nocturna en el bunker del exlíder de Al-Qaeda. “Me di la vuelta por delante de él en la habitación, justo en la entrada”, explicó el excombatiente.
"Allí estaba Bin Laden, de pie. Tenía las manos sobre los hombros de una mujer, a quien empujaba", recordó el hombre y agregó que “lucía confundido”.
“Era mucho más alto de lo que esperaba. Tenía una gorra puesta y no parecía estar herido. Estaba parado y en movimiento", continuó y explicó que Bin Laden usaba a una de sus esposas como escudo humano.
"En ese segundo le disparé. Dos veces en la frente. La segunda vez cuando caía. Se derrumbó junto a su cama y le disparé de nuevo" y concluyó: “Lo vi tomando su último respiro".