Estados Unidos impuso ayer las primeras sanciones financieras a Venezuela, que afectarán la emisión de deuda y que siguen a las ya decretadas contra el presidente Nicolás Maduro y varios de sus colaboradores.
Un decreto del presidente Donald Trump “prohíbe transar nueva deuda emitida por el gobierno de Venezuela y su empresa petrolera estatal”, Pdvsa.
“También prohíbe las transacciones en bonos propiedad del sector público venezolano, así como los pagos de dividendos al gobierno de Venezuela”, informó la Casa Blanca.
Sin embargo, reflejando la presión de la industria petrolera estadounidense, las medidas no bloquean la exportación de petróleo venezolano a Estados Unidos, crucial para ambas naciones.
Estados Unidos compra 800 mil barriles diarios de petróleo, de los 1,9 millones que produce Venezuela.
Represalias. Hasta ahora, las sanciones de Washington hacia Venezuela se habían limitado a represalias financieras y jurídicas contra Maduro y una veintena de funcionarios y ex funcionarios de su gobierno, a los que acusa de quebrantar la democracia, propiciar la corrupción o violar los derechos humanos.
El vicepresidente, Mike Pence, afirmó que Estados Unidos “no se quedará de brazos cruzados mientras Venezuela se desploma”.
“Estas medidas están cuidadosamente calibradas para negar a la dictadura de Maduro una fuente crucial de financiamiento para mantener su mandato ilegítimo”, agregó la Casa Blanca.
Washington y Caracas retiraron a sus respectivos embajadores desde 2010. Pero hasta ahora mantienen estrechos vínculos económicos y comerciales, sobre todo en la industria petrolera.
Respuesta. El gobierno de Maduro deploró las sanciones, a las que el canciller Jorge Arreaza definió como “la peor agresión al país en 200 años” y se preguntó si Trump busca “crear o promover una crisis humanitaria”.
“¿Qué quieren? ¿Hacer pasar hambre al pueblo venezolano?”, agregó, y advirtió que para compensar el impacto, Caracas se acercará más a Rusia y China.
“Tomaremos todas las medidas que estén a nuestro alcance, en todos los ámbitos, para defender al pueblo de Venezuela y evitar que cualquiera de estas decisiones tenga efectos en las familias venezolanas”, aseguró Arreaza en Nueva York, después de reunirse con el secretario general de la ONU, António Guterres .
“Venezuela es una democracia, subrayó el canciller, que ha sido descripta falsa y maliciosamente por los medios”.