El gobierno de Alberto Fernández permitirá al expresidente boliviano, Evo Morales, que realice declaraciones políticas mientras permanezca en el país, según confirmó el flamante jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en una entrevista publicada en La Nación.
La declaración de Cafiero parece contradecir la petición formulada el pasado jueves por el ministro de Exteriores argentino, Felipe Solá, que había pedido a Morales que se abstuviera de realizar declaraciones de esta índole, en tanto el gobierno boliviano manifestó que teme la injerencia de Morales en las próximas elecciones de su país, las primeras en 16 años en las que no será candidato.
Sin embargo, Cafiero aseguró que Morales, como "refugiado" tiene "los mismos derechos que un ciudadano argentino, con lo cual tiene libertad de expresión, de declarar, de pensar y decir lo que quiera. Nosotros no le vamos a restringir sus libertades". El jefe de Gabinete puntualizó que, de haber obtenido la condición de asilado político, las restricciones contra el ex líder indígena de Bolivia sí podrían aplicarse.
Morales abandonó Bolivia a mediados de noviembre, a los pocos días de renunciar a su cargo por las presiones del Ejército en medio de la grave crisis política abierta en su país, pero su persistente actividad política en el exilio incomoda al gobierno provisional de Bolivia, que pidió al de Argentina que frene las declaraciones del líder indígena sobre la situación interna boliviana.
"Lo importante de Evo Morales en Argentina es el mensaje que le ha dado Argentina, muy claro: señor Morales, le damos refugio pero se queda calladito, esperamos que eso se cumpla", dijo en conferencia de prensa el ministro de Gobierno, Arturo Murillo.
Murillo reafirmó que el expresidente Morales "no tiene que estar hablando ni haciendo política partidaria (desde Argentina) porque eso viola los tratados internacionales". Esas normas, remarcó el ministro, impedirían además a Morales cumplir su papel de jefe de campaña del Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones generales bolivianas previstas para el primer semestre de 2020.
"Tendrá que ser un jefe de campaña calladito o por Whatsapp, no puede hacer campaña desde Argentina", insistió.
Los mensajes de Morales fueron cuestionados también por el líder de la minoría parlamentaria que respalda al Gobierno de facto, Óscar Ortiz, quien dijo que el gobierno de Alberto Fernández "debería quitar el estatus de refugiado a Evo Morales, por violación de normas internacionales".
Esta línea había sido señalada el 12 de diciembre por la canciller Karen Longaric, cuando dijo que esperaba que Argentina haga cumplir las normas del derecho de asilo, "no como ocurrió en México, donde Evo Morales tenía un micrófono abierto para hacer política".
Este sábado, la presidenta en funciones de Bolivia, Jeanine Añez, anunció que la Justicia de su país emitiría en los próximos días una orden de captura contra Morales por acusaciones de sedición y terrorismo.