La inflación de Estados Unidos se aceleró durante enero y generó nerviosismo en los mercados. Según un informe del Departamento de Trabajo, el índice CPI, que mide la evolución de los precios del consumidor, subió 0,5% el mes pasado y excedió así lo esperado por los analistas.
La inflación subyacente, que excluye precios volátiles como alimentos y combustible, subió 0,3%; el incremento más alto desde enero del año pasado. El aumento a 12 meses del índice CPI se mantuvo en 2,1% con una inflación subyacente que subió a 1,8%; al igual que en diciembre.
Las declinantes ventas de autos en enero enlentecieron el ritmo de los gastos de consumo, los cuales tuvieron su mayor caída en 11 meses al amainarse los gastos de reconstrucción de los daños causados por los huracanes. Los datos de la inflación generaron nerviosismo en los mercados mundiales por la creencia de un posible desacelere del crecimiento económico si la Reserva Federal pueda elevar las tasas de interés más veces durante el año.
Según la agencia AFP, la expectativa de la Fed es aumentar las tasas de interés el mes que viene pero ahora con la inflación en el horizonte luego de una larga ausencia, analistas creen que la entidad podría disponer a lo largo del año cuatro aumentos.
Empero economistas consideran exagerada la histeria de Wall Street por cuanto ven que el incremento de los precios era algo previsible. "No es tan malo como parece, pero es suficientemente malo para la bolsa", dijo Ian Shepherdson de Pantheon Macroeconomics al comentar el informe.