La ciencia trabaja a contrarreloj para encontrar lo antes posible una vacuna contra el coronavirus, que ya dejó más de 6 mil muertos en todo el mundo. Las buenas noticias en este sentido llegaron de los Estados Unidos, donde este lunes 16 de marzo arranca un ensayo clínico para probar en humanos una inmunización.
Este mismo lunes un voluntario recibirá la primera dosis experimental de una posible vacuna contra el coronavirus, según informó un funcionario del Gobierno citado por la agencia AP.
El Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) está financiando el ensayo, que se lleva a cabo en el Kaiser Permanente Washington Health Research Institute en la ciudad de Seattle, con la colaboración del fabricante de medicamentos Moderna Inc. Se trata de una compañía relativamente nueva en el mercado que emplea un enfoque basado en genes para el desarrollo de la terapia farmacológica.
Las pruebas comenzarán con 45 voluntarios jóvenes y sanos con diferentes dosis de vacunas. Según se informó, no hay posibilidad de que los participantes puedan infectarse con las inyecciones, ya que no contienen el virus en sí, ni de forma activa ni inactiva. El objetivo es simplemente verificar que las vacunas no muestren efectos secundarios preocupantes, preparando el escenario para pruebas de mayor envergadura.
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El Wall Street Journal informó sobre los trabajos en esta vacuna en febrero y que las pruebas debían comenzar en abril, pero ante el avance de la propagación de la enfermedad se aceleraron los plazos. Sin embargo, cabe remarcar que los funcionarios de salud pública advierten que llevará entre un año y 18 meses validar completamente cualquier vacuna potencialmente exitosa.
Docenas de grupos de investigación en todo el mundo compiten para crear una vacuna a medida que los casos de COVID-19 no dejan de incrementarse. Se trabaja en diferentes áreas: vacunas desarrolladas a partir de nuevas tecnologías que no solo son más rápidas de producir que las inoculaciones tradicionales, sino que podrían resultar más potentes. Algunos investigadores incluso buscan vacunas temporales, que podrían proteger la salud de las personas un mes o dos mientras se desarrolla una inmunización más duradera.
B.D.N. EA