La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este miércoles que todavía es "muy pronto" para predecir el fin de la epidemia del coronavirus, que dejó más de 1.300 muertos y más de 60.000 contagiados en China y en una treintena de países. "Pienso que hoy es demasiado pronto para tratar de predecir el (...) fin de esta epidemia", declaró Michael Ryan, jefe del departamento de emergencias sanitarias de la OMS, con sede en Ginebra.
El presidente de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo por su parte que el "número de nuevos casos informados en China se estabilizó durante la última semana", pero que "debe ser interpretado con extrema prudencia". En tanto, el presidente chino, Xi Jinping, habló el miércoles de la "evolución positiva" de la epidemia, ya que el número de nuevos casos disminuye desde hace tres días, pese a que el balance supera los 1.100 muertos. No obstante instó a no "bajar" la guardia en esta "gran guerra".
La semana pasada, la OMS había aclarado que para acabar con la epidemia se necesitará saber "la fuente del brote, su reservorio natural y su transmisibilidad o gravedad". "Todavía hay mucho que no sabemos. Para derrotar a este brote, necesitamos respuestas a todas estas preguntas", había comentado la organización, que reconoció estar “en las sombras”. “Necesitamos sacar a la luz el coronavirus para poder atacarlo adecuadamente”, dijeron.
Posible vacuna dentro de un año y medio
Tras las reuniones, la OMS anunció que las primeras vacunas contra el COVID-19 comenzarán a probarse en cuatro o cinco meses, y que el uso de varios antivirales y antirretrovirales está siendo eficaz en pacientes testados. "Hay varias vacunas candidatas, y una o dos serán escogidas para pruebas en alrededor de cuatro o cinco meses", destacó Soumya Swaminathan, científica jefa de la OMS. No obstante, el uso generalizado de estas vacunas, si las pruebas resultan exitosas, no llegaría antes de 12 o 18 meses, aclaró.
El director general de la OMS afirmó que la organización está desarrollando un plan maestro para coordinar esas pruebas clínicas y garantizar que se realizan "con coherencia y consistencia". En última instancia, el funcionario apuntó que uno de los principales desafíos es lograr suficiente financiación por parte de grupos tanto privados como públicos para apoyar la investigación.
La Fundación Gates ya hizo una "generosa" contribución, según la OMS, mientras que el Gobierno de Japón también aportó 10 millones de dólares (9,1 millones de euros). "Muchos donantes quieren ayudar, pero tenemos que dirigirlos para que apoyen las prioridades acordadas, en lugar de ir en direcciones diferentes. Debemos guiarnos por los hechos y no por el miedo; y por la ciencia, no por los rumores", dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Un grupo de investigadores del Imperial College de Londres es uno de los primeros en estar haciendo pruebas de una vacuna, con la esperanza de tenerla disponible para finales de año. "Acabamos de inyectar la vacuna que hemos generado a partir de bacterias en ratones y esperamos poder en las próximas semanas determinar la reacción en esos ratones, en su sangre, su respuesta en términos de anticuerpos contra el coronavirus", explicó el científico Paul McKay.
El equipo del Imperial College espera ser el primero en llevar a cabo ensayos clínicos en humanos y conseguir una vacuna efectiva. Para ello, estos investigadores confían en sus estudios previos sobre el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), que comenzó hace dos décadas. "Esperamos ser los primeros en llevar a cabo ensayos clínicos en humanos de esta vacuna en particular", dijo McKay. "Una vez que se complete la primera fase de los ensayos, que puede llevar varios meses, podemos probar inmediatamente la eficacia de la vacuna en las personas, lo que también llevará unos meses. Así que tal vez para finales de año habrá una vacuna viable que pueda ser usada en humanos".
Por qué es muy pronto para relajarse por el coronavirus | Por Bloomberg
Investigadores de todo el mundo emprendieron una carrera para encontrar una vacuna contra este virus, un proceso laborioso que suele llevar varios años, ya que se debe demostrar que la vacuna es segura y eficaz antes de que pueda ser producida masivamente. Es una "carrera de colaboración", afirma sin embargo McKay, asegurando que existe un "intercambio de información". "Los chinos, tan pronto como secuenciaron el genoma, lo compartieron libremente con todos, por lo que el lado competitivo probablemente no es exacto. Yo diría que es una carrera de colaboración", subrayó el investigador.
Por otra parte, una farmacéutica china dijo que empezó a producir en masa un fármaco experimental de Gilead Sciences Inc. el cual podría combatir el nuevo coronavirus a medida que China acelera las medidas para encontrar un tratamiento al brote cada vez extendido. BrightGene Bio-Medical Technology Co., con sede en Suzhou, dijo que desarrolló la tecnología necesaria para sintetizar los ingredientes farmacéuticos activos de remdesivir, el fármaco de Gilead que es el principal candidato para tratar el virus.
China cambió la forma de contar casos
El número de muertos y de personas contaminadas con el COVID-19 aumentó de forma dramática el jueves después que las autoridades chinas cambiaron la forma de registrar los casos, gesto de deberá alimentar especulaciones sobre la gravedad de la epidemia. En su más reciente balance sobre la crisis sanitaria, China registró 242 nuevas víctimas fatales en la provincia de Hubei, elevando a 1.355 el número de personas muertas por la epidemia en China continental.
Simultáneamente, las autoridades informaron sobre 14.840 nuevos casos confirmados de contaminación, cifra que lleva al total hasta el momento a casi 60.000 personas. En coincidencia con el balance, las autoridades sanitarias anunciaron la adopción de una nueva metodología en la definición de los casos relativos a la epidemia.
DS