Estados Unidos está listo para lanzar un ataque preventivo con armas convencionales contra Corea del Norte si el gobierno de Donald Trump se convence de que Pyongyang está a punto de cumplir con su promesa de llevar a cabo pruebas con armas nucleares.
“Corea del Norte es un problema; el problema será atendido”, dijo Trump el jueves, tras el lanzamiento en Afganistán de la “madre de todas las bombas”.
Lo informaron fuentes de inteligencia citadas por la cadena NBC News.
Corea del Norte advirtió recientemente que “un gran evento” se está acercando, y funcionarios estadounidenses aseguran que todo apunta a una prueba nuclear, que podría llevarse a cabo este mismo fin de semana.
Fuentes de inteligencia dijeron que Estados Unidos desplegó dos destructores capaces de disparar misiles Tomahawk en la
región, a sólo 500 kilómetros del sitio donde se llevan a cabo las pruebas nucleares de Corea del Norte.
Al mismo tiempo, Washington desplegó también bombarderos pesados en Guam, listos para atacar Corea del Norte si fuera necesario. A comienzos de esta semana el Pentágono anunció que la flota de ataque USS Carl Vinson estaba siendo desviada hacia la zona.
Las opciones de Trump, que sigue la situación desde su residencia en Mar-a-Lago, en Florida, incluyen desplegar armas nucleares en Corea del Sur, apuntando hacia el norte.
Misiles y bombas. Las fuentes citadas por NBC subrayaron que los ataques estadounidenses podrían incluir misiles y bombas, además de operaciones cibernéticas y especiales en el terreno.
El peligro de un ataque de este tipo por parte de Estados Unidos es que podría provocar que el impredecible régimen norcoreano lance al mismo tiempo un ataque contra Seúl.
El miércoles pasado, Pyongyang advirtió que golpearía “primero a Estados Unidos” con un arma nuclear si hubiera algún signo de ataque estadounidense.
Mientras tanto, la aerolínea Air China anunció que la ruta aérea entre Beijing y Pyongyang será suspendida a partir del lunes, dado el nivel de tensión en la zona.
Por su parte, Japón mantiene alto el nivel de vigilancia y está evaluando la posibilidad de decidir “cualquier acción posible” para responder a la crisis en la península coreana. El ministro del Exterior japonés, Fumio Kishida, afirmó que Japón sigue comprometido, junto a Estados Unidos, Corea del Sur y otros países, a tratar de convencer a Pyongyang de que se abstenga de hacer nuevas provocaciones y que se atenga a las resoluciones de las Naciones Unidas, que prohíben el desarrollo de tecnología misilística por parte de ese país.
El retirado comandante de la OTAN y analista de NBC James Stavridis advirtió que “dos cosas podrían ocurrir este fin de semana”: “Una es la posibilidad de una sexta prueba nuclear de Corea del Norte, y la otra es un ataque preventivo estadounidense hacia la península coreana”, agregó el militar retirado.