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se fue el arzobispo de washington

Siguen las renuncias en la Iglesia de EE.UU. por casos de abusos

Francisco aceptó la dimisión del cardenal Donald Wuerl, acusado de encubrir a religiosos pedófilos cuando era obispo de Pittsburgh.

20180501_1350_internacionales_CP38 Agencia Afp
Jerarquia. Es el prelado de mayor nivel involucrado en denuncias. | afp

El papa Francisco aceptó ayer la renuncia a la conducción de la arquidiócesis de Washington presentada por el cardenal Donald W. Wuerl, acusado por la Justicia de Estados Unidos de encubrir a numerosos religiosos pedófilos cuando era obispo de Pittsburgh.
    Lo informó el boletín de la Sala de Prensa del Vaticano en relación con e escándalo por pedofilia ligada al clero estadounidense que estalló en Pennsylvania y se extiende por todo ese país.
    El cardenal Wuerl, que cumplirá 78 años el próximo 12 de noviembre y se desempeñaba como arzobispo de Washington desde el 16 de mayo de 2006, es el prelado de mayor jerarquía involucrado en las investigaciones judiciales en su país.

Acusación. En particular, a Wuerl se lo acusa de haber encubierto muchos casos de abusos sexuales ligados a sacerdotes entre 1988 y 2006 en Pittsburgh.
La fiscalía general del estado de Pennsylvania constató que se produjeron abusos durante setenta años por parte de más de 300 sacerdotes, con más de mil niños como víctimas.
Pese a haber tenido conocimiento de los hechos, los responsables de la Iglesia católica no tomaron medidas. La mayoría de los casos han prescripto.
    Tras la publicación del informe del fiscal de Pennsylvania, en agosto, el prelado, que ya había entregado su renuncia como arzobispo de Washington al cumplir 75 años de edad de acuerdo con las normas canónicas, puso nuevamente su mandato en manos de Francisco, quien lo invitó primero a consultar con los sacerdotes de su diócesis.
    Después Wuerl anunció que iría al Vaticano para discutir su dimisión con el Papa, que ahora la aceptó.

Futuro. “La decisión del Santo Padre de renovar el liderazgo de la arquidiócesis permite que todos los fieles, el clero, los religiosos y los laicos centren su atención en la curación y el futuro”, dijo Wuerl en un comunicado colgado en la página web de la arquidiócesis de Washington.
“Una vez más, presento mis disculpas y pido perdón por errores de juicio cometidos en el pasado. Con mi renuncia expreso mi gran amor permanente por ustedes, la gente de la Iglesia de Washington”, agregó el cardenal.
La oficina de Wuerl publicó una carta de Francisco en la que elogió la decisión del cardenal y defendió su historial.
“Usted tiene suficientes motivos para ‘justificar’ sus actos y hacer una distinción entre lo que significa encubrir crímenes o no hacer frente a problemas y cometer algunos errores. Estoy orgulloso de ello y le expreso mi agradecimiento”, escribió el Papa.
    Hasta el momento no fue anunciado el nombramiento del sucesor de Wuerl al frente de la arquidiócesis de la capital de Estados Unidos.
    En ese cargo, Wuerl en 2006 reemplazó al cardenal Theodore McCarrick, renunciante por límite de edad y actualmente de 88 años de edad, que a su vez se vio envuelto en un sonado escándalo por sus relaciones homosexuales con seminaristas y abusos a menores cuando era sacerdote en Nueva York.
    McCarrick fue recientemente despojado de su investidura por el papa Francisco.

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El Papa invita a “vigilar al demonio”

Francisco invitó a estar atentos al demonio, sobre todo “los demonios educados” que entran en el alma sin que uno se dé cuenta. “La esencia del demonio es destruir directamente con vicios y guerras o intentar hacerlo ‘educadamente’, llevándonos a vivir con el espíritu de la mundanidad”, sostuvo el Papa ayer en su homilía diaria en la casa de Santa Marta. “El demonio, cuando toma posesión del corazón de una persona, permanece allí, como en su casa y no quiere salir”, dijo Francisco. “La lucha entre el bien y el mal”, agregó, a veces “parece muy abstracta”, pero “la verdadera lucha es la primera, entre Dios y la serpiente antigua, entre Jesús y el Diablo. Y esta lucha se da dentro de nosotros. Cada uno de nosotros está en lucha, quizás sin nuestro conocimiento, pero estamos luchando”, agregó. “La esencia del demonio es destruir la obra de Dios”, advirtió Francisco, que señaló el riesgo de ser como niños que se chupan el dedo creyendo que son “invenciones de los curas”. El demonio, en cambio, destruye y “cuando no puede destruir” cara a cara, porque tiene enfrente a una fuerza de Dios que defiende a la persona, entonces es “más astuto que un zorro”, busca la forma de poseer a esa persona.