El príncipe Harry de Inglaterra y su esposa, Meghan Markle, levantan pasiones estos días en Australia, el destino de lujo elegido para su segundo viaje oficial al extranjero desde que se casaron en mayo. Los duques de Sussex llegaron la semana pasada a Sídney, en la primera etapa de un viaje de 16 días por el Pacífico, que incluirá visitas a las islas Fiji, Tonga y Nueva Zelanda, países miembros de la Commonwealth.
El duque y la duquesa llegaron de forma discreta, bajo la lluvia de la incipiente primavera austral, y fueron recibidos por el gobernador general, Peter Cosgrove. Luego fueron a ver dos koalas en el zoo de Taronga y recibieron regalos del primerministro Scott Morrison después de que anunciaran que esperan su primer hijo. También asistieron a la inauguración y algunas competencias de los "Juegos Invictus 2018", una competición deportiva en la que participan soldados heridos de todo el mundo, que el príncipe Enrique contribuyó a lanzar.
El sábado, Harry, de 34 años, y Meghan, de 37, se pusieron coloridas guirnaldas y se sentaron descalzos junto a los surferos con los que mantuvieron una larga charla, en el marco de su círculo semanal para conjurar las malas vibraciones, uniéndose también a un abrazo en el círculo de los surfistas en la popular Bondi Beach de Sydney. La organización One Wave, que anima a la gente a entrar en el océano, surfear y hablar sobre depresión y ansiedad, regaló una tabla de surf a la pareja real británica.
Este domingo, la casa real anunció que Meghan reducirá esta semana sus compromisos en Australia antes de continuar su gira: "Luego de un programa bien repleto, el duque y la duquesa decidieron aligerar levemente la agenda de la duquesa para los próximos dos días, antes de la última semana y media de su gira", dijo el palacio en un comunicado.
La duquesa de Sussex no participó el domingo de una entrega de medallas en el marco de los juegos. "Descansa en casa", respondió, según el canal público ABC, el príncipe Enrique a un espectador que le preguntaba en donde estaba su esposa. "Está embarazada, eso cansa". El lunes, la pareja viajará a la isla Fraser, en Queensland inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO, pero la duquesa no participará en el programa previsto.
El 23 de octubre, Harry y Meghan viajarán a Fiyi y dos días después, a Tonga, antes de terminar su periplo en Nueva Zelanda, donde asistirán a las celebraciones del 125º aniversario del derecho a voto de las mujeres en ese país, el primero del mundo en proclamarlo. Allí, también presenciarán una actuación de haka, una danza guerrera maorí que el equipo nacional de rugby popularizó. Regresarán a Londres el 1 de noviembre.
La reina Isabel II sigue siendo la jefa del Estado australiano, pero una escasa mayoría de Australianos son favorables a que se corten lazos con Londres y se instituya una república, según los últimos sondeos. El poder de la Corona británica en Australia es mayoritariamente simbólico. La reina Isabel II goza de una gran popularidad entre los australianos pero, para algunos, la monarquía no es más que una vestigio del reinado colonial británico.
D.S