INTERNACIONAL
LAI CHING-TE

Taiwán elige al candidato del oficialismo, que defiende permanecer lejos de Beijing

Actual vice, Lai proclamó que con el resultado “le estamos diciendo a la comunidad internacional que, entre democracia y autoritarismo, estaremos del lado de la democracia”. El régimen chino, que antes de las elecciones había calificado al nuevo presidente como “un peligroso separatista”, reaccionó con indiferencia, aunque reafirmó que la “reunificación” es inevitable. Biden felicitó, pero subrayó que Estados Unidos “no apoya la independencia” de la isla.

2023_01_14_taiwan_lai_chingte_bloomberg_g
Festejos. Lai en Taipei. Será la tercera gestión de su partido y no tendrá mayoría parlamentaria. | bloomberg

El candidato oficialista Lai Ching-te ganó ayer las elecciones presidenciales en Taiwán y prometió defender la isla de las “intimidaciones” de China, que reiteró de inmediato su intención de “reunificar” el país, separado de hecho desde 1949.

Lai, actual vicepresidente de la mandataria Tsai Ing-wen (en el poder desde 2016), obtuvo el 40,1% de los votos, según el conteo casi definitivo de la Comisión Electoral Central, con lo que el Partido Demócrata Progresista (DPP) consiguió un tercer mandato consecutivo. 

Estas elecciones se celebraron a la sombra de las amenazas de China, la potencia asiática comunista y segunda economía mundial, que considera que esta isla es parte de su territorio y nunca dejó de proclamar su intención de “reunificar” el país, por la fuerza de ser necesario.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

“Estamos decididos a proteger Taiwán de las intimidaciones y amenazas continuadas de China”, dijo Lai Ching-te en su discurso luego de la victoria. “Le estamos diciendo a la comunidad internacional que, entre democracia y autoritarismo, estaremos del lado de la democracia”, añadió el político, que asumirá la presidencia en mayo. 

Su principal adversario, Hou Yu-ih, del Kuomintang (KMT), que defiende un acercamiento con Beijing, admitió su derrota y afirmó que respeta “la decisión final del pueblo taiwanés”.

China, que antes de las elecciones describió a Lai como un peligroso “separatista”, afirmó tras el anuncio de los resultados que la votación “no obstaculizará la inevitable tendencia a la reunificación” del país. “Nos opondremos firmemente a las actividades separatistas encaminadas a la independencia de Taiwán, así como a la injerencia extranjera”, afirmó Chen Binhua, portavoz de la oficina china responsable de las relaciones con Taiwán. 

En general, la reacción de Beijing fue de indiferencia. “El hecho básico de que Taiwán es parte de China no va a cambiar” sin importar “los cambios que ocurran en Taiwán”, sostuvo la Cancillería en un comunicado. “La posición del gobierno chino es la de defender el principio de una sola China y de oponerse al separatismo de corrientes como ‘la independencia de Taiwán’, o la de ‘dos Chinas’ o la de ‘una China, un Taiwán’”, agrega la nota. “Esta posición no va a cambiar, como tampoco va a cambiar el consenso predominante de la comunidad internacional sobre la defensa del principio de una sola China”, añade. 

En días anteriores a los comicios, el gobierno chino había descripto a Lai como un “instigador de la guerra” por sus declaraciones de años previos a favor de una declaración formal de independencia. Lai acabó matizando estos comentarios para presentarse como un continuista a favor de la preservación del actual estatus de la isla.

El ejército chino prometió el viernes “aplastar” cualquier intento de “independencia” de Taiwán, situada a 180 kilómetros del continente.

Taiwán y China continental están separados de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a las fuerzas nacionalistas, que se refugiaron en la isla e impusieron una autocracia que en la década de 1990 se convirtió en una democracia.

Estas elecciones fueron seguidas de cerca tanto por China como por Estados Unidos, principal aliado militar de Taiwán, ya que las dos potencias compiten por ampliar su influencia en esta región estratégica del planeta.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, felicitó a Lai y a Taiwán por su “sólido sistema democrático”. Pero el presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró la postura tradicional de Washington y afirmó: “No apoyamos la independencia” de la isla.

Estados Unidos apoya a Taiwán, pero mantiene relaciones diplomáticas plenas con China, que exige romper con Taipei a los países con los que entabla relaciones. 

La Unión Europea felicitó a “todos los electores” que participaron de “este ejercicio democrático”.

Sin mayoría parlamentaria. Lai, de 64 años, prometió durante la campaña continuar la senda de la presidenta Tsai Ing-wen, que gobernó dos mandatos (2016-2024) marcados por la creciente presión diplomática, económica y militar de Beijing.

En sus mitines, Lai se presentó como el defensor del estilo de vida democrático de Taiwán que, desde su partido, PPD, consideran ya como un Estado independiente de facto. Las posturas soberanistas de Lai y de la presidenta Tsai son criticadas por la oposición del Kuomintang, que los acusa de irritar a China.

Frente a estos dos partidos, que se han alternado en el poder desde el inicio de la democracia taiwanesa, el Partido Popular de Taiwán (PPT) se presentó como una “tercera vía” y su candidato, Ko Wen-je, obtuvo un 26,4% de los votos.

Además de escoger presidente, los taiwaneses renovaron su Parlamento y en las legislativas el oficialismo perdió su mayoría. La oposición del KMT obtuvo 52 escaños, el oficialismo 51 y el PPT ocho legisladores, a lo que se suman dos independientes. 

Territorio estratégico. Los comicios parecieron despertar interés en la red social china Weibo, donde la etiqueta “Elecciones Taiwán” se convirtió en una de las más populares, antes de ser bloqueada.

La isla es clave para la economía mundial, tanto por su posición estratégica entre el mar de China Meridional y el océano Pacífico como por su industria puntera de semiconductores, componentes indispensables en teléfonos, autos y misiles.

En los últimos años, China aumentó la presión militar sobre el territorio, lanzando maniobras a gran escala que atizaron el temor de una invasión. También intensificó su campaña diplomática para aislar a Taiwán, ahora reconocida oficialmente solo por 13 Estados después de que países como Honduras o Nicaragua rompieran relaciones con Taipei para establecerlas con Beijing.