el presidente de Brasil, Michel Temer, lamentó el feroz incendio registrado este domingo en el Museo Nacional del de Brasil y aseguró que se trata de una "pérdida incalculable de 200 años de investigación y conocimiento", según informó el diario Folha de Sao Paulo. En un comunicado, el mandatario señaló que se trata de "un día trágico para el país". "Se han perdido 200 años de trabajo. El valor que tiene para nuestra historia no se puede medir (...) Es un día muy triste para todos los brasileños", manifestó.
Por su parte, el ministro de Cultura de Brasil, Sergio Sá Leitao, expresó este domingo que "no hubo tiempo" para realizar las obras de restauración necesarias para "evitar la tragedia" registrada en el Museo Nacional y afirmó que el fuerte incendio responde a "años de negligencia". En este sentido, dijo que tanto el Ministerio de Cultura como el Instituto Brasileño de Museos se encontraban preparando un proyecto de "revitalización, que no hubo tiempo de poner en marcha" y evitar así lo sucedido.
Galería de fotos | Un feroz incendio destruye el histórico Museo Nacional de Brasil
El director de conservación del Museo Nacional de Brasil, Joao Carlos Nara, tildó de "irreparables" los daños causados por el incendio registrado este domingo en la institución, que se encuentra en la localidad de Río de Janeiro y alberga 200 millones de piezas. Nara aseguró que el incendio convirtió en cenizas gran parte del edificio principal del complejo. "Desgraciadamente, la reserva técnica, que esperábamos que se preservara, también ha sido alcanzada", ha lamentado en relación con aquellas piezas y colecciones que se encontraban en las zonas de almacenamiento del museo.
"Tenemos que esperar a que finalice el trabajo de los bomberos para verificar realmente la dimensión de los daños", ha afirmado el también arquitecto e historiador, según informó la agencia de noticias EBC. De acuerdo con Nara, el equipo de administración del Museo Nacional se encontraba a la espera de que finalizase el periodo electoral para iniciar una serie de reformas y obras de preservación de la infraestructura del edificio. "Es todo muy antiguo. El sistema de agua y el material, todo tiene muchos años (...) Había amenazas constantes", explicó.
El vicedirector del museo, Luiz Fernando Dias Duarte, dijo sentir "un desánimo profundo" y una "inmensa rabia". "Todo el archivo histórico, que estaba almacenado en un punto intermedio del edificio, fue totalmente destruido. Son 200 años de historia que se fueron", afirmó. Dias Duarte acusó además a las autoridades brasileñas de "falta de atención" y sostuvo que nunca se contó con un "apoyo eficiente y urgente" para la adecuación del palacio, que fue residencia oficial de la familia real e imperial. "Luchamos hace años, en diferentes gobiernos, para obtener recursos para preservar adecuadamente todo lo que fue destruido hoy", declaró a la prensa.
El Palacio de Sao Cristovao, que constituye la institución histórica y cultural más antigua del país, fue la residencia de la familia real de Portugal tras exiliarse en Río de Janeiro en 1808. En 1821, la flamante familia imperial ocupó el palacio, rodeado de la Quinta de Boa Vista, y tres emperadores vivieron allí hasta el último, don Pedro II, expulsado del trono en 1889. El palacio fue sede de la Asamblea Republicana Constituyente entre los años 1889 y 1891, antes de convertirse en sede del museo en 1892.
El sitio web del Museo señala que en su acervo había una colección de momias egipcias y otra de arte y artefactos grecorromanos, así como colecciones de paleontología que incluyen el esqueleto de un dinosaurio hallado en la región de Minas Gerais y el más antiguo fósil humano hallado en el actual Brasil, bautizado "Luzia". El palacio también contenía otros tesoros, como el mayor meteorito encontrado en Brasil, bautizado como 'Bendegó' y que pesa 5,3 toneladas, además de una colección de piezas que abarca un periodo de casi cuatro siglos, desde la llegada los portugueses al actual territorio de Brasil, en el 1500, hasta la proclamación de la República, en 1889.