El caso del presunto descuartizamiento de una mujer argentina en Majadahonda, Madrid, genera estupor en la sociedad española. La policía investiga la pista de la misteriosa desaparición de otras tres inquilinas extranjeras y de la tía, dueña del inmueble, del casero sospechoso.
Restan conocerse los resultados de las pericias de sangre halladas en el suelo del inmueble, los cuchillos con manchas de sangre y una picadora de carne. La denuncia del hermano de la argentina Adriana Giogiosa derivó en una investigación por una serie de desapariciones, ya que la Guardia Civil detectó tres contratos de alquiler de otras personas de las que no se tiene noticia.
A los presuntos rastros de sangre detectados en el inmueble de la calle De la Sacedilla, los agentes descubrieron que la mitad de la vivienda había sido pintada y que el resto estaba cubierta con plásticos y lista para ser refaccionada, según precisó el diario El País.
La Policía, en tanto, precintó una zona del vertedero de Pinto, donde va a parar la basura de Majadahonda, para evitar que se vuelquen más desechos. En breve se esperan rastrillajes. La hipótesis más firme de los investigadores es que el casero mató y descuartizó a la víctima.
El sospechoso. El casero y sobrino de la dueña de la vivienda -también desaparecida- es el principal sospechoso. En un primer momento le negó el ingreso a los guardias exigiéndole una orden de allanamiento. Luego, le tomaron declaración detectando incongruencias y lagunas.
Fuentes policiales, describieron la declaración del hombre, que había estado internado por problemas psiquiátricos, como “muy fría”.
Perfiles similares. Las arrendatarias presuntamente desaparecidas poseían características similares: inmigrantes, la mayoría mujeres, solas en España.
Sin embargo, el caso saltó a la luz ya que Adriana solía comunicarse telefónicamente con su familia. Un mensaje de texto que anunciaba que se iría al extranjero y estaría incomunicada alertó a sus familiares en la Argentina. La falta de respuestas a los llamados de su hermano acrescentaron las dudas. La situación llevó a su hermano a viajar a Madrid y radicar la denuncia por desaparición.
