El periodista saudí Jamal Khashoggi, radicado en Estados Unidos y columnista del Washington Post, desapareció el 2 de octubre pasado en Estambul, donde había viajado para reunirse con su prometida turca, Hatice Cengiz, y visitar el consulado saudita para recoger documentos necesarios para su próxima boda.
Una semana después, no hay noticias del cronista desde que ingresó en el edificio consular de su país mientras Cengiz lo esperaba fuera, hecho que dio lugar a todo tipo de especulaciones. La investigación turca sobre la desaparición de Khashoggi concluyó que el periodista "fue asesinado en el consulado de Estambul por orden de la cúpula saudí", según publica este miércoles The New York Times.
Las acusaciones contra Arabia Saudita de asesinato forzaron a Donald Trump a tomar una inesperada posición, ya que se ve obligado a reclamar por derechos humanos al reino que viene respaldando firmemente. De hecho, Arabia Saudita fue el primer destino de Trump al asumir la presidencia de EEUU, y no sólo halagó a su príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, sino que también se alió estratégicamente con ese país para aislar a su rival regional, Irán.
El vicepresidente estadounidense Mike Pence aseguró este lunes estar "profundamente preocupado" ante las fuertes sospechas de que Khashoggi fue asesinado tras ingresar al consulado saudí. El republicano dijo que, de ser cierto, sería "trágico". Mientras Trump se manifestó "preocupado", y garantizó no saber nada sobre el destino de Khashoggi, el secretario de Estado, Mike Pompeo, pidió una investigación "exhaustiva" que aporte transparencia.
Los funcionarios saudíes insisten en que el periodista había dejado el consulado en Estambul. Desde Riad aseguran que el periodista volvió a salir del edificio pero su novia y amigos lo niegan e insisten en que, basándose en informaciones de la Policía turca y en círculos gubernamentales, fue asesinado dentro del consulado.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, instó a las autoridades a demostrar lo que dicen. Riad anunció que permitirá registrar su consulado en Estambul.
Amigos de Khashoggi aseguraron tener la certeza de que el periodista fue asesinado en el consulado, e incluso de que "su cadáver fue troceado y sacado en valijas", pero el Gobierno turco no comentó aún oficialmente sobre estas acusaciones.
Repercusiones y análisis
Según los analistas internacionales, el caso Khashoggi pone a Trump inesperadamente del lado de Turquía, país del cual dos altos funcionarios fueron castigados tiempo atrás con sanciones por la detención de un pastor estadounidense. Aaron David Miller, negociador de Estados Unidos en Medio Oriente, escribió en Twitter que "al no haber retado a Mohamed bin Salmán por nada, ni siquiera por la represión, el gobierno de Trump lo ha envalentonado y le ha dado la sensación de que puede hacer cualquier cosa".
El retiro de EE.UU. de Medio Oriente "sólo sería peor"
"Esta historia va agregar tensión a las relaciones, pero principalmente en la opinión del Congreso sobre Arabia Saudita", dijo Gerald Feierstein, un veterano diplomático estadounidense que se desempeñó como embajador de Yemen. "Mucha gente lo verá y concluirá que el gobierno saudí simplemente se ha descarriado, por lo que será una complicación para la Administración", dijo Feierstein, ahora en el Middle East Institute de Washington.
En tanto, Hatice Cengiz, novia del desaparecido pidió ayuda al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a su esposa Melanie en un texto publicado en "The Washington Post". Tras esto, Trump reveló que planea invitar a la Casa Blanca a la prometida del periodista.