El letal terremoto y sus réplicas en Turquía y Siria conmociona al mundo mientras que las autoridades no dan abasto ante la magnitud del desastre que dejó el fenómeno, cuyo saldo podría resultar en más de 20 mil muertos y cientos de miles de réplicas, según estimaciones de organismos internacionales.
En la madrugada de este lunes 6 de febrero el devastador terremoto de 7,8 en la escala de Richter sacudió el sureste de Turquía y el norte de Siria, una de las zonas sísmicas con más actividad del mundo. El temblor se sintió a las 4:17 (las 22:17 del domingo en Argentina) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, lo que provocó que el temblor fuese más fuerte, según indicó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en el sureste de Turquía, a unos 60 kilómetros de la frontera con Siria. Tan solo nueve horas después, un segundo temblor de 7,5 se registró en el centro del país que fue parte de las decenas de réplicas que se sucedieron posteriormente como consecuencia del fenómeno provocado por el movimiento de las placas tectónicas.
El terremoto en Turquía y Siria, en números
En medio de las acusaciones cruzadas por la calidad de la infraestructura civil, en total los muertos ya superan los 3.600 según estimaciones oficiales, una cifra que va en aumento a medida que los rescatistas avanzan entre los escombros de los miles de edificios derrumbados.
Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud, el número de muertos podría ser "hasta ocho veces superior", según constató AFP. A esto se suman 16.500 heridos, mientras que todavía queda por estimar los desaparecidos.
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En Turquía, donde se registró el epicentro, al menos 2.316 personas murieron, según el último balance comunicado por la agencia de gestión de catástrofes local, mientras que más de 13.000 personas resultaron heridas. La magnitud del desastre se condice con los 3.471 de edificios que colapsaron a causa de los temblores en las ciudades Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diayarbakir.
Otro de los países afectados por el sismo que se sintió hasta en Groenlandia fue Siria. El conteo de los fallecidos se vio afectado por la guerra civil que dejó al país en ruinas desde que estalló en 2011. En rasgos generales el terremoto causó al menos 1.293 muertos y mas de 2.400 heridos.
El Ministerio de Salud sirio, por su lado, informó de 593 personas muertas y 1.403 heridos en las zonas bajo control del gobierno. Por otro lado, la misión de Cascos Blancos de la ONU que opera en las partes de Siria ocupadas por los rebeldes indicaron que hubo al menos 700 muertos y más de 1.050 heridos en esos sectores.
"La situación es muy grave, muchas personas siguen todavía bajo los escombros de edificios", declaró el cirujano Majid Ibrahim, desde el hospital Al Rahma de la ciudad siria de Darkush.
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Según declaró el vicepresidente turco, Fuat Oktay, se cerraron al menos 3 de los aeropuertos del área afectada, Hatay, Maras y Gaziantep. Al caos provocado por los derrumbes se sumó el clima invernal, marcado por las interrupciones al tráfico que generan la acumulación de nieve y las tormentas que azotan la región. Además, los gobiernos determinaron el cierre de escuelas.
Con respecto al plano edilicio, varias cadenas locales difundieron imágenes de destrucciones en varias ciudades incluyendo edificios enteros. La falta de planificación ante los sismos fue criticada por los expertos que llevan tiempo advirtiendo que un sismo de gran magnitud podría devastar Estambul, una metrópoli que permitió construcciones edilicias sin precauciones antisísmicas.
"Habrá cientos de miles de réplicas"
"Lo que tenemos bajo Turquía en este caso es una especie de peor escenario de un terremoto muy grande de magnitud 7,8, pero también a poca profundidad, por lo que sólo a unos 10 kilómetros bajo la superficie. Así que provoca sacudidas muy fuertes", explicó a AFP el sismólogo Stephen Hicks, de la University College de Londres (UCL).
El experto calificó el fenómeno de “sin precedentes” y advirtió que hay que esperar "decenas de miles, si no cientos de miles, de réplicas", algunas de las cuales pueden ser fuertes, tal como ocurrió este lunes con el segundo terremoto ocurrido tan solo 9 horas después del primero.
"Llamamos a esto un ‘doblete'. Es un terremoto de tamaño similar que ocurre en un lugar y tiempo similares y son bastante inusuales. No son completamente inéditos, los hemos visto ocurrir en terremotos, grandes terremotos bajo los océanos, causando tsunamis mayores. Pero creo que en términos de impacto directo que tendrá en los esfuerzos de rescate, creo que esto es no tiene precedentes", añadió.
Antecedentes de sismo en Turquía
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, calificó al terremoto como "el peor desastre que ha vivido el país en el último siglo". En ese sentido, el mandatario declaró siete días de luto nacional. "Nuestra bandera estará izada a media asta hasta la puesta de sol del domingo", comunicó en sus redes sociales.
La historia de Turquía con los sismos viene de larga data, considerando que el país se encuentra en uno de los puntos con mayor actividad sísmica en el mundo. Entre los peores sismos se destacan el de 1939 en Erzincan, mencionado por Erdogan. Sin embargo, hasta este lunes 6 de febrero el sismo más importante en el país fue el del 17 de agosto de 1999, que causó 17 mil muertos, miles de ellos en Estambul.
En el caso de Siria, según Raed Ahmed, jefe del Centro Nacional de Monitoreo Sísmico de ese país, se trató del "mayor terremoto registrado en la historia", declaró a medios locales.
El pedido de ayuda internacional para Turquía y Siria
La noticia sobre el terremoto inundó rápidamente las redes sociales y llamó la atención de todo el mundo debido a la devastación. Esto motivó la acción internacional, representada en la Asamblea General de la ONU, donde se guardó un minuto de silencio por las víctimas del terremoto. Por su lado, el secretario general, Antonio Guterres, manifestó su "profunda tristeza".
Los primeros en saltar al auxilio de los países afectados fue la Unión Europea (UE) y muchos de sus países miembros, quienes rápidamente enviaron ayuda y equipos de rescate para sumar al operativo. También lo hicieron Reino Unido, Israel, India, Azerbaiyán y Ucrania, así como Grecia, rival histórico de Turquía, y varios países de América Latina.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, prometió por su parte "toda la asistencia necesaria", mientras que su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, conversó con los presidentes de ambos países y les prometió el envío de equipos de rescate. Otros líderes, como el papa Francisco y el presidente Chino, Xi Jinping, hicieron llegar su pésame a las víctimas.
Testimonios de la tragedia del sismo
El devastador terremoto ocurrió en la madrugada del lunes cuando la mayor parte de la población dormía, por lo que no hubo tiempo de anticipación ni de evacuación. "Pensamos que era el apocalipsis", dijo Melisa Salman, una reportera que vive en la región turca de Kahramanmaras, el epicentro del sismo.
Salman, una de las sobrevivientes, detalló que desde que ocurrió el evento pasadas las 4 de la mañana las personas permanecieron fuera de sus casas "por miedo a nuevas réplicas", y porque los edificios "no eran seguros".
A unos 380 kilómetros al este de Kahramanmaras, Muhittin Orakci aguardaba impaciente frente al edificio donde hasta hacía poco vivía mientras los rescatistas trabajaban a contrarreloj entre los escombros en búsqueda de sobrevivientes. "Siete miembros de nuestra familia están bajo los escombros", dijo.
Esta misma situación se vivió en cada una de las ciudades afectadas en el sureste de Turquía y en el límite con Siria. En la ciudad fronteriza de Azmarin, Usama Abdelhamid contó que sintió el temblor mientras estaba durmiendo. "Con mi mujer y mis hijos, corrimos hacia la puerta de nuestro apartamento del tercer piso. Cuando la abrimos, todo el edificio se desplomó", declaró.
CD / ED
