Un tiroteo en una sinagoga de Pittsburgh, Estados Unidos, ocurrido este sábado, dejó hasta el momento al menos once víctimas fatales. Las primeras versiones indican que el atacante ya se entregó a las autoridades. El hecho se registró en horas de la mañana cuando la Policía local de la ciudad del estado de Pensilvania fue alertada de que había disparos en las inmediaciones del templo religioso.
La sinagoga en cuestión, que pertenece a la congregación Tree of Life , se alinea con la corriente conservadora del judaísmo y está localizada en Squirrell Hill, un barrio histórico judío de Pittsburgh, según consignó la agencia internacional AFP.
Entre los ocho fallecidos, hay agentes de la Policía a los que el agresor disparó cuando acudieron al lugar tras conocerse el comienzo del tiroteo. También hay un número todavía no determinado de heridos entre miembros de la congregación y efectivos de la fuerza. "En este momento, el sospechoso del tiroteo está detenido. Hay múltiples víctimas y tres agentes que han sido disparados", precisó un portavoz de la Policía de Pittsburgh a los periodistas.
Por su parte, el presidente Donald Trump ya fue alertado de la situación y pidió, a través de su cuenta de Twitter a quienes vivan cerca, que se protejan. "Quienes vivan en la zona deben ponerse a cubierto. Parece que hay múltiples víctimas. Cuidado con el tirador activo. ¡Que Dios nos bendiga a todos!", fue el mensaje que envió.
Watching the events unfolding in Pittsburgh, Pennsylvania. Law enforcement on the scene. People in Squirrel Hill area should remain sheltered. Looks like multiple fatalities. Beware of active shooter. God Bless All!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 27, 2018
Semana violenta. El episodio se suma a la ola de violencia política que había marcado en los últimos días el envío de paquetes explosivos a numerosos opositores del presidente Donald Trump, entre los que se encontraban Barack Obama, su ex vice Joe Bidden, el senador demócrata Cory Booker e incluso el actor Robert de Niro. Sobre esos sucesos hay un detenido, pero el mandatario norteamericano enervó a sus críticos responsabilizando del tema a la prensa, "que genera ira con sus noticias falsas".
Así, el exdirector de la CIA John Brennan, también destinatario de uno de esos paquetes, le respondió con dureza: "Deje de culpar a los demás. Mírese en el espejo. Su retórica inflamatoria, insultos, mentiras y estímulo a la violencia física son vergonzosos", le espetó.
F.D.S./