El fuerte terremoto que sacudió a Haití terminó con la vida de casi 1.300 personas, según los datos que se confirmaron este domingo 15 de agosto. La cantidad de heridos registrados desde ayer se duplicó mientras los rescatistas buscan sobrevivientes entre los edificios derrumbados.
El sismo de magnitud 7,2 fue el sábado alrededor de las 8:30, a unos 160 km de la capital haitiana, Puerto Príncipe. "La cantidad de personas muertas por el terremoto subió a 1.297 el 15 de agosto", dijo el reporte que el sábado había informado 724 fallecidos. Son más de 5.700 la cantidad de heridos, que antes era de 2.800, detalló AFP.
Durante la noche, con la preocupación por las réplicas, máquinas pesadas, camiones y retroexcavadoras trasladaron losas de cemento de los edificios derrumbados en la localidad de Los Cayos, cerca del epicentro del terremoto.
La tragedia sísmica se suma al contexto de pandemia por el covid-19, por lo que pocos hospitales de las zonas afectadas tienen dificultades para prestar atención de urgencia. Algunas personas son atendidas en los pasillos, donde esperan en sillas o en el piso porque el servicio de salud está saturado.
El drama crece a cada hora en Haití: ya hay más de 700 muertos y 2800 heridos
Muchos países como Estados Unidos, República Dominicana, México y Ecuador, ya han ofrecido su ayuda enviando personal, raciones de emergencia y equipos médicos. Además, organizaciones internacionales como World Vision, Médicos sin Fronteras y Cruz Roja Internacional activaron sus protocolos intensivos para enviar ayuda a la población haitiana, que se encuentra entre las de mayores niveles de pobreza del mundo.
La Federación Internacional de la Cruz Roja comunicó que se activó un corredor humanitario desde República Dominicana con ayuda no alimentaria para más de 4.500 personas, y desde Cruz Roja Internacional remarcaron que se prepara más auxilio para ser remitido desde Panamá y otros países del Caribe.
Dentro de la ayuda enviada al país hay más de dos millones de barbijos, gel de manos para proteger a la población por el contagio del coronavirus y medicamentos. Además, se despacharon kits de sutura, circuitos de anestesia, sillas de rueda, algodón, agujas, batas y cánulas.
Según advirtió el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, los esfuerzos para ayudar a las víctimas podrían verse obstaculizados en las próximas horas, a medida que se acerca la tormenta tropical Grace, por la posibilidad de que se produzcan lluvias torrenciales e inundaciones.
Ariel Henry, primer ministro de Haití, declaró el sábado el estado de emergencia durante un mes en los cuatro departamentos afectados por la catástrofe y agradeció hoy a la comunidad internacional.
"Queremos dar una respuesta más adecuada que en 2010 tras el terremoto. Toda la ayuda que venga del exterior debe ser coordinada por la Dirección de Protección Civil", dijo el jefe de gobierno, al tiempo que pidió a sus habitantes la "unidad nacional".
Inmediatamente después del violento terremoto de magnitud 7,2, los hospitales de la tercera ciudad del país se saturaron ante la masiva afluencia de heridos.
"Cuando se produjo el terremoto yo estaba en casa. Una vibración me hizo volar por el aire y aterrizar sobre mi brazo. Los vecinos vinieron a ayudarme a tomar un taxi. Pasé por varios hospitales, pero estaban sobrecargados", recuerda Venel Sénat, un corpulento cuadragenario.
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