El operativo de rescate para hallar a los diez mineros atrapados en México tiene en vilo al mundo. Desde este miércoles y durante dos días, buzos militares y un dron submarino intentarán descender hacia la zona inundada donde ocurrió el derrumbe para intentar traer a los obreros a la superficie.
El hecho ocurrió el pasado miércoles 3 de agosto en Agujita, en Coahuila, un departamento carbonífero al norte del país azteca. Desde entonces, la estrategia del operativo de socorro estuvo enfocada en extraer el agua de la mina para permitir el ingreso seguro de los socorristas.
La mina donde ocurrió el siniestro tiene unos 60 metros de profundidad y está parcialmente llena de agua turbia y elementos sólidos que impidieron hasta ahora el ingreso de socorristas. Luego de una semana, la falta de respuestas escaló el conflicto a nivel nacional, en medio de la angustia de los familiares de los mineros cuyo paradero todavía se desconoce.
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"Todos los rescatistas están con el equipo para poder ingresar en cualquier momento el día de hoy", indicó este miércoles la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, durante la rueda de prensa diaria del presidente Andrés Manuel López Obrador. "Para acelerar el proceso de extracción de agua se desarrolló una estrategia que permite aumentar el flujo de salida a través de la perforación de diez" agujeros, detalló Velázquez.
Además, desde el gobierno indicaron que los socorristas ya comenzaron a retirar pilotes que "obstruyen el paso" en el pozo por donde se intentará el descenso, para que el buzo militar "haga una exploración inicial de las condiciones existentes", informó Protección Civil en Twitter.
El cuerpo de rescate en esta etapa incluye 25 bombas, siete perforadoras y dos drones submarinos. La idea es lograr extraer el agua para el ingreso seguro de los rescatistas y voluntarios. En tanto, en el operativo total hay cientos de soldados y rescatistas.
Por su lado, los familiares de los mineros están expectantes ante el operativo que durará al menos hasta el jueves en el área de rescate, delimitada por los militares para evitar el acceso a familiares y periodistas, y donde los pozos ya contaban con un nivel de agua baja que permitiera el ingreso de los buzos.
"Esperemos que ahora sí sea cierto. Todos los días dicen lo mismo", señaló a AFP Orlando Mireles, quien junto a dos hermanos espera el retorno con vida de José Luis, su padre.
El agua acumulada, el principal problema
Según el gobierno mexicano, los obreros que se encontraban trabajando en la mina en la localidad de Agujita abrieron un boquete en una mina contigua que estaba inundada, provocando que el agua se desbordara hacia el sitio donde se encontraban. En tanto, la inundación se sumó al derrumbe para culminar con el peor de los desenlaces.
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Desde hace siete días, las autoridades estuvieron enfocadas en bajar el nivel del agua hasta 1,5 metros para hacer viable el acceso de los rescatistas, algo que todavía no era posible dada la gran cantidad de agua. Este dato sorprende debido a que es una zona donde impera una sequía.
La zona está cerca del río Sabinas y la existencia de la vieja mina Las Conchas, abandonada hace más de 30 años, y donde se habría acumulado la enorme cantidad de agua que colmó estos precarios pozos carboníferos, explicó el lugareño Mireles.
Además señaló que, a diferencia de los "pocitos", un método artesanal que abre un agujero desde la superficie hasta alcanzar el manto de carbón, minas industriales como Las Conchas poseen largos túneles subterráneos donde se habría acumulado el agua.
Los obreros suelen bajar por estas cavidades que carecen de refuerzos en sus paredes, a diferencia de explotaciones industriales, algo que no fue advertido por los mineros, lo que refuerza la postura del gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, quien afirmó que el yacimiento operado por una empresa privada no tenía los planos actualizados.
Los derrumbes en Agujitas son moneda corriente
A raíz de la frecuencia de este tipo de accidentes, la fiscalía general anunció que ha abierto una investigación sobre el tema, considerando que el último siniestro ocurrió hace poco más de un año, en junio de 2021, cuando siete obreros murieron tras el colapso de otra mina de carbón en Múzquiz, a unos 43 km de Agujitas.
El siniestro minero más grave en esta región ocurrió el 19 de febrero de 2006, cuando una explosión de gas en la mina Pasta de Conchos, controlada por el conglomerado Grupo México, provocó la muerte de 65 trabajadores. Solo dos cuerpos fueron rescatados.
CD / ED
