Mogadiscio - Las fuerzas del gobierno de Somalia, apoyadas por Etiopía, se acercaron el miércoles a Mogadiscio tras arrebatar a los islamistas el feudo de Jowhar, a 90 km de la capital somalí, mientras la Unión Africana (UA) pidió la retirada de las tropas etíopes y el fin de los combates.
"Pedimos la retirada de las tropas etíopes sin demora", declaró el presidente de la Comisión de la UA, Alpha Umar Konaré, al término de una reunión en Adís Abeba con la Liga Arabe y la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo (IGAD), formada por siete países del Africa del Este.
Konaré también abogó por la aplicación de la resolución 1725 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, adoptada el 6 de diciembre último, que autoriza la creación por parte de los países africanos de una fuerza de paz en Somalia.
Kenia, por su parte, tiene previsto organizar el jueves conversaciones con los líderes de los tribunales islámicos somalíes para "buscar la forma de poner fin urgentemente al conflicto", dijo un diplomático africano que pidió el anonimato. Los jefes de los tribunales islámicos confirmaron su participación en esas conversaciones, añadió la misma fuente. Además, los islamistas aseguraron que garantizarán la seguridad en Mogadiscio, la capital del país, a pesar de la huida de sus combatientes y la proximidad de las tropas rivales.
"La seguridad que disfrutamos es muy importante y no podemos dejar que elementos violentos desestabilicen nuestra ciudad", afirmó en una conferencia de prensa celebrada el presidente del comité ejecutivo islamista, el jeque Sharif Sheikh Ahmed.
El gobierno de Kenia, que el martes ya pidió a Etiopía que cese sus operaciones militares en Somalia, teme la llegada masiva de refugiados a su territorio, donde ya se encuentran 160.000 somalíes que han huido de su país, en guerra desde hace más de 15 años.
Al mismo tiempo, en Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU volvió a reunirse este miércoles, tras el fallido intento del martes, para lograr acordar una declaración exigiendo un alto el fuego inmediato en Somalia y el retiro de la tropas extranjeras, en especial etíopes.
El proyecto de resolución sometido a discusión no es vinculante y fue presentado por Qatar, que preside el Consejo de Seguridad en diciembre. Pide que "Etiopía retire inmediatamente sus fuerzas y cese sus operaciones militares en Somalia". El texto solicita asimismo el retiro de "todas las fuerzas extranjeras" de Somalia, "el fin inmediato de las hostilidades" y la reanudación "sin demora" de las negociaciones de paz.
Las fuerzas gubernamentales confirmaron su avance frente a los milicianos de los tribunales islámicos al afirmar que se hallan a sólo 60 km al norte de Mogadiscio, acercándose a la localidad de Balad, tras haber tomado Jowhar, dijo a la AFP el portavoz del gobierno somalí, Abdirahman Dinari.
Por su parte, el embajador de Somalia en Adís Abeba, Abdelkarin Farah, declaró a la prensa que las fuerzas gubernamentales apoyadas por las etíopes tienen la intención de tomar Mogadiscio "de forma pacífica". Farah precisó que los islamistas están huyendo de la capital somalí, mientras que un comandante islamista señaló la existencia de violentos combates este miércoles en Leggo, una localidad a 120 km al oeste de Mogadiscio.
Debido a las luchas, el Programa Alimentario Mundial (PAM) de la ONU anunció la suspensión de sus operaciones aéreas en Somalia y evacuó temporalmente a su personal extranjero a Kenia. Somalia, donde habitan diez millones de habitantes, está en guerra civil desde la caída del dictador Mohamed Siad Barre en 1991.