Convocados por grupos de extrema derecha, seguidores de Donald Trump se manifestaron ayer en Washington para apoyar las denuncias de “fraude” en las elecciones del 3 de noviembre que insiste en hacer el Presidente, que recorrió el lugar en la limusina blindada a servicio de la Casa Blanca.
En su trayecto desde la Casa Blanca para ir a jugar al golf, Trump, que todavía no ha reconocido su derrota frente a Joe Biden una semana después de conocerse los resultados, pudo ver a sus varios centenares de simpatizantes reunidos en el centro de la ciudad.
El convoy presidencial pasó frente a la Freedom Plaza, donde entusiastas seguidores gritaron “¡Cuatro años más!, ¡Cuatro años más!” o “¡USA!, ¡USA!”. Muchos de ellos agitaban banderas de “Trump 2020” y algunos portaban pancartas en las que podía leerse “Mejor presidente de la historia” o “Detengan el robo”.
“Es reconfortante ver todo el tremendo apoyo que hay, especialmente los mítines que están surgiendo naturalmente en todo el país, incluido uno grande el sábado en (Washington) DC. Incluso puedo intentar pasar y saludar”, había tuiteado el viernes Trump.
Con una cierta confusión, varias manifestaciones estaban previstas para el sábado, apoyadas por personalidades de la extrema derecha como Enrique Tarrio, líder de los “Proud Boys”, un grupúsculo de supremacistas blancos.
Uno de los manifestantes, Darion Schaublin, dijo a la prenas que había recorrido más de seis horas de carretera desde Ohio para denunciar un “sistema completamente trucado” y la “manipulación de los medios”. Este joven de 26 años, que afirma haber perdido su empleo en un restaurante por negarse a llevar mascarilla, duda de la “legitimidad” del resultado de las elecciones.
Margarita Urtubey, una criadora de caballos de 49 años llegada desde Florida con una amiga de origen uruguayo como ella, estima que “Trump ganó con margen las presidenciales”.
“Todo el mundo lo sabe. Pero él está en contra de los medios, de los gigantes de la tecnología y la corrupción es horrible”, denuncia portando una gorra con el lema de Trump “Make America Great Again” (Hacer grande a Estados Unidos otra vez) y diciéndose parte de la “resistencia”.
Confusión. Donald Trump, por su parte, continúa extendiendo la confusión sobre sus intenciones. Este viernes pareció a punto de reconocer la victoria de su rival, pero retrocedió in extremis. “Con suerte, lo que pase en el futuro, quién sabe qué gobierno será, supongo que el tiempo lo dirá”, afirmó.
Varias agencias federales han rebatido frontalmente las acusaciones de irregularidades vertidas por el presidente.
“La elección del 3 de noviembre fue la más segura de la historia de Estados Unidos”, afirmaron en un comunicado conjunto varias autoridades electorales locales y nacionales, entre ellas la agencia de ciberseguridad y de la seguridad de las infraestructuras (CISA), que depende del ministerio de la Seguridad Interior: “No existe ninguna prueba de un sistema de voto que se haya borrado, perdido o cambiado papeletas, o haya sido pirateado de ninguna forma”, declararon.