Desde El Vaticano
Con miras al Cónclave que se abrirá el martes 12 por la tarde, en las próximas Congregaciones generales se asignarán por sorteo las habitaciones donde los cardenales pernoctarán, a 700 metros de la Capilla Sixtina, hasta que se haya elegido a un nuevo Sumo Pontífice. Un llavero verde esmaltado con las iniciales DSM, Domus Sanctae Marthae, y el número 201 corresponde a la suite que alojará al futuro Papa durante algunas semanas tras su elección, hasta que se instale definitivamente en su Cámara Apostólica, ahora sellada.
“La vez pasada, el período en que el Papa vivió en un lugar ‘provisorio’ fue más bien largo”, dijo ayer el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi. “Había mucho que ajustar” en el departamento Apostólico luego de un papado extenso como el de Juan Pablo II, que ocupó el trono de Pedro entre 1978 y 2005. De allí la necesidad de un alojamiento provisorio en la Casa Santa Marta, donde ya está totalmente arreglada la “suite” papal. Se trata de un cuarto diferente de las habitaciones para los cardenales. El futuro Papa gozará en Santa Marta de un verdadero departamento.
Las habitaciones para los cardenales están equipadas, con conexión web, teléfono y televisión. Pero esta tecnología será prohibida a partir del inicio de los escrutinios. La residencia tiene cinco pisos, se construyó en los 90 por voluntad de Juan Pablo II. Esta será la segunda vez que reciba a los cardenales para un Cónclave.
Santa Marta es un lujo, con sus camas de plaza y media, armarios, escritorios, reclinatorios, sillones, aire acondicionado y baño privado. Pero las habitaciones no son todas iguales: las mejores son 106 y no alcanzan para los 115 cardenales electores. Muchos de los cardenales no sólo rezan por ser elegidos al frente de la Iglesia Católica, sino también para disfrutar de todas las comodidades de Santa Marta.